Ciencia y Cultura


Plantas nómadas


Un prototipo de organismo pro-biótico de correlación simbiótica y energética



La estructura planetaria de la tierra y la base de su funcionamiento actual provienen de la intrínseca simbiosis entre lo mineral y lo orgánico, entre las fuerzas físicas y los enlaces químicos sintetizados de la naturaleza.

Gilberto Esparza. Boceto plantas nómadasUna casualidad de fenómenos y destinos que, en su interrelación evolutiva de coexistencia, transformaron los entornos, dando sustento a los diversos micro- sistemas que han tenido lugar en las macro relaciones orgánicas de la vida. Cada fenómeno climatológico ha conducido a un cambio de sostenibilidad futura. La relación de las estructuras moleculares, la adaptación y modelación del ambiente por parte de los organismos celulares -de la sopa primordial- que evolucionaron, dieron la pauta a la preparación consciente de un entorno idóneo para su futura expansión.

La tierra, de ser una masa de materia energética gaseosa del sistema solar, se transformó en un planetoide de magma que se solidificó. Los gases químicos dieron paso a la formación de una atmósfera cíclica que, a partir de enlaces moleculares, se precipitaba y evaporaba continuamente, enfriando la corteza del planeta. Se formaron mares y océanos, donde enlaces químicos simples estructuraron los bloques primarios de construcción biológica. Las moléculas orgánicas dieron sustento al surgimiento de las células y la etapa biológica en la evolución de la vida, como un ciclo de manipulación química llevada a cabo por los organismos micro-celulares. Estos micro-organismos utilizaban el agua como un sustento y, principalmente, como un resguardo. El agua filtraba la fulminante fuerza energética de la radiación ultravioleta del sol que, en un principio, fue causante de una serie de mutaciones bioquímicas fundamentales para la vida. Radiación que calcinaba cualquier organismo en exposiciones directas de mayor duración. A lo largo de millones de años, estos microorganismos celulares resguardados en el agua, se volvieron más complejos, expandiéndose de forma exponencial en un medio ambiente rico en nutrientes y elementos químicos, que transformaron sistemáticamente la primitiva atmósfera terrestre. La fotosíntesis liberaba directamente al oxígeno de la molécula del agua. Este consumo energético fue el sustento de la oxigenación gradual de la tierra. Durante este ciclo, las ondas de luz ultravioleta del sol al contacto con el oxígeno de la atmósfera, sintetizaron al ozono, creando la capa atmosférica, que resultó ser un filtro idóneo de rayos UV. Estos cambios, permitieron a la vida salir del agua y poblar en su totalidad los distintos ecosistemas del planeta tierra.

Gilberto Esparza. Plantas nómadasLa humanidad es descendiente directa de la evolución planetaria. De células a bacterias, y más tarde a seres vivos inteligentes que sentaron las especulaciones teóricas de la existencia y sentido de la vida. Bajo principios teológicos y científicos de interpretación, se ha especulado constantemente sobre la creación de la vida. Desde la generación espontánea de Aristóteles a los experimentos de la tierra de cristal de Miller, se han construido miles de modelos de posibilidades, estableciendo un destino -no muy claro- para llevar a otro nivel la evolución y la concepción de la vida. Actualmente, la humanidad plantea tanto un potencial irracional e inconscientemente material sobre la transformación del planeta, como su capacidad de armonía espiritual y entendimiento orgánico sostenible.

La tecnología inventiva humana es el principal fundamento de los cambios acelerados de la actualidad. La disciplina narrativa de la ficción científica ha escudriñado el espacio y el tiempo, hilando las posibilidades del descubrimiento científico con la poética de la existencia. El ejercicio de esta disciplina ha permitido plantear utopías y distopías relativas al surgimiento de la vida inteligente y la capacidad de cambio que ésta tiene sobre los distintos sistemas naturales y las dimensiones mentales.

Gilberto Esparza. Plantas nómadasLa literatura de la ficción científica vislumbró, mediante la ensoñación autoral, la paradoja de los cambios evolutivos y el desarrollo por parte de la humanidad, de nuevos seres inteligentes. Diversidad de autores han planteado el desarrollo de autómatas tecnológicos materiales e inmateriales. Seres tanto mecánicos, electrónicos como bióticos, construidos a partir de los elementos químicos de la naturaleza y fenómenos de la física, que tienen la capacidad de relacionarse y adquirir vínculos con la diversidad de especies, para formar parte de la fauna en el conjunto de la vida planetaria. Seres que, de algún modo, adquieren conciencia de su existencia.

Grandes autores de la ficción científica han desarrollado probabilidades alternas de coexistencia con estos seres que son producto de nuestra inteligencia. La realidad no sólo se basa en la creación de autonomías funcionales. Por el simple hecho de ser imaginadas y narradas, éstas se proyectan en la mente de las personas, dando pauta a su posible existencia futura. Autores como Philip K. Dick, quien realizó una exuberante serie de novelas y cuentos entre las décadas de los 50 y 70 con temáticas sobresalientes, como la creciente complejidad existencial de los autómatas, de los simulacros de la vida que se correlacionan con la humanidad; plantearon un discurso que esbozaba diversos escenarios filosóficos sobre la concepción de la vida y la simbiosis existencial.

La ficción científica se estructura en la intencionalidad funcional de sistemas cibernéticos que, en su construcción, ejercen las bases de entidades funcionales, acorde con los tiempos de sostenibilidad futura.

Gilberto Esparza. Plantas nómadasPlantas nómadas son un prototipo de organismo pro-biótico de correlación simbiótica y energética, constituido como el simulacro electro-mecánico, de una entidad kinética que coexiste en dependencia y se interrelaciona con sistemas bióticos energéticos. Su construcción electro-mecánica subsiste mediante unas celdas biológicas contenedoras de un cultivo de bacterias diversas, que transforman la glucosa y los aminoácidos liberando así, micro-voltios de energía. Esta energía es acumulada por el sistema de cosecha, que dotará de autonomía a los sistemas de orientación, comportamiento y resguardo. Una entidad bio-cibernética que protege a la vida. El ciclo energético, nutre al cultivo bacteriano que, a su vez, alimenta al sistema electrónico. El agua purificada que resulta, es irrigada a una planta que forma parte del ciclo existencial.


Arcángel Constantini
Artista y Comisario, México

Lugar: LABoral. Centro de Arte y Creación Industrial. Los Prados, 121. 3394 Gijón. (Asturias)
Fecha: Hasta el 7 de junio de 2010
Horario: De lunes a viernes de 10.00 a 19.00 h. Sábados y domingos de 12.00 a 20.00 h.
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