Ciencia y Cultura


DATAMATICS


Los paisajes inmersivos de datos de Ryoji Ikeda



LABoral/ Marcos MorillaEn los últimos quince años, Ryoji Ikeda ha desarrollado una creación que abarca instalaciones a gran escala, performances audiovisuales e intervenciones efímeras, que presenta en espacios públicos o en instituciones, como museos o teatros. Con su recurso a la luz, las imágenes y el sonido, el artista busca una reformulación de nuestra percepción del espacio y el tiempo plasmada en una fuerte conciencia de presencia en el entorno por él diseñado, que percibimos como escenario y en el que nos sentimos, de alguna forma, protagonistas.

Esas piezas inmersivas dialogan asimismo con la arquitectura en la que se enmarcan y las proyecciones, los sonidos y los elementos escultóricos tienden a superponer un nuevo dominio sobre el espacio que ocupan.

El título de su instalación más reciente dentro de la serie datamatics, data.tecture [5SXGA+ version], presentada en LABoral Centro de Arte y Creación Industrial en marzo primavera de 2012, da prueba de ese interés concreto.

Y si los edificios se conectan al resto del mundo mediante todo tipo de cables y ondas, se trata de una conectividad que permanece, la mayor parte del tiempo, invisible, desmaterializada. Los flujos de datos que entran y salen de oficinas y viviendas son silenciosos. En consecuencia, algo convertido en elemento fundamental en nuestras vidas no se ve ni se oye hasta que se materializa en las múltiples pantallas de nuestros dispositivos de comunicación. En tránsito, los datos no son más que un flujo de impulsos eléctricos, codificados para viajar a la velocidad de la luz de un extremo a otro del mundo y decodificados solo en el momento de su recepción. En otras palabras: sea personal, privada o pública, la información es, la mayor parte de las veces, carente de forma como también la manera de codificarla.

LABoral/ Marcos MorillaPor tanto, es la lectura del flujo de datos lo que crea sentido, siendo en alguna medida posible que haya datos idénticos con significados distintos. De igual forma, las imágenes pueden ser subliminales y, por ende, encerrar más sentido del que el ojo es capaz de descifrar. Se puede engañar a los sentidos y, por consiguiente, alterar la razón. Por lo que Ikeda opta es por revelar y materializar un elemento constitutivo esencial de nuestro dominio, un componente que afecta profundamente a nuestra comprensión del mundo.

Una idea que en cierto modo se encuentra también en el núcleo de C4I (2004-05), en donde la imagen y el sonido se crean mediante la muestra, a gran velocidad, de un gran número de portadas del New York Times, como tratando de aludir a la sobrecarga generada por la corriente continua de información. Proyectada sobre el suelo y contra una superficie vertical adyacente, la monumental imagen -de varios centenares de metros cuadrados- reconfigura el espacio mientras materializa el paisaje de datos en modos que sugieren una nueva forma de "realidad aumentada".

La obra de Ryoji Ikeda se despliega en series, desarrolladas en su mayoría en el curso de muchos años y todavía sin cerrar. Todas ellas se vinculan a un punto concreto de investigación que sus títulos revelan: Una entrega de la serie spectra, en este caso una intervención de una noche en espacio público, se escenificó el 4-5 de octubre de 2008 en el contexto de la "Nuit Blanche". datamatics es un estudio sobre la percepción de materia invisible; Formula se plantea combinar sonido y elementos visuales para crear un equilibrio perfecto; Matrix explora la forma de sonido más pura (la sinusoide) y el ruido blanco (el espectro completo del sonido); Spectra, utiliza luz blanca (el espectro completo de colores) para reflexionar sobre nuestra forma de observar e interpretar el mundo que nos rodea; db, abreviatura de decibelio, investiga el sistema de medición de sonido más utilizado; en C4I (see for eye), seguramente la serie de mayor riqueza visual, las imágenes se deconstruyen para regresar a su forma de código de fuente original. Las series más recientes, time and space (de 2010 en adelante) y the transfinite LABoral/ Marcos Morilla(de 2011 en adelante), parecen apuntar a un enfoque más filosófico. Esa referencia a la seriación resulta particularmente interesante pues pone los trabajos de Ikeda en relación con experimentos llevados a cabo en los campos del sonido y el arte. Aunque la idea de serie existía ya en el siglo XIX -tipificada por los cuadros de catedrales y de almiares de Monet-, es en la década de los sesenta del siglo XX cuando, siguiendo el ejemplo de la teoría musical, artistas como Donald Judd, Carl Andre o Sol LeWitt conceptualizan realmente la seriación en el ámbito de las artes plásticas. La seriación parece constituir también un fuerte punto de referencia en la práctica de Ryoji Ikeda quien, en lugar de limitarse a desplegar series de obras relacionadas entre sí y unidas bajo el mismo título, persigue además un lenguaje visual y auditivo que tienda a ser más puro y de mayor simplificación formal para crear unas obras que cabría calificar de sublimes, un término utilizado también por los minimalistas americanos.

El interés de Ryoji Ikeda por trabajar con performance y entornos multimedia tendría su origen en su colaboración con Dumb Type, un colectivo formado a mediados de los ochenta en Kioto (capital histórica de Japón, situada en la región de Kansai), que trabajaba en instalaciones performativas y fundía referencias a las artes plásticas y a la performance así como al cine experimental y la cultura popular. A mediados de los noventa Ikeda se unió al grupo del que pronto se convertiría en un colaborador fundamental.

Y mientras su colaboración con Dumb Type ha conformado de forma esencial el trabajo multidimensional de Ikeda, podríamos apuntar también a otras referencias del campo de la música y de las artes plásticas. Para empezar, Ryoji Ikeda ha trabajado siempre con una composición sonora que no emplea instrumentos tradicionales; su base es, más bien, el ordenador y el movimiento del ruido de Japón una referencia importante para crear unos paisajes sonoros alusivos a la micromecánica.

LABoral/ Marcos MorillaUn examen más profundo de la obra de Ryoji Ikeda nos lleva también a recordar los entornos sonoros creados por artistas como La Monte Young, que pone la experiencia del sonido en relación directa con la de la luz y el espacio. En la base del vocabulario formal de Ryoji Ikeda se encuentra la esencia del sonido y la imagen: la luz blanca y la sinusoide. El artista ha desarrollado su obra valiéndose de esos dos bloques constructivos; una obra que, con el paso del tiempo, ha ido basándose más y más en la matemática. En efecto, para Ryoji Ikeda la investigación que desarrollan los matemáticos encarna la forma más pura de actividad intelectual y, probablemente, la más pura de estética; pero también, una forma que se percibe como la más cercana a la lógica y la racionalidad absolutas. La matemática es también la estructura lingüística más próxima a la universalidad, más incluso -quizás- que el arte. De alguna manera, el ámbito de interpretación de su trabajo podría considerarse que está totalmente abierto aunque, desde el punto de vista formal, alcance un estado de precisión extrema que indicaría lo contrario. Sin embargo, la cualidad extremadamente fuerte de sus componentes y el estado de percepción aguda que provocan podrían apuntar a otra lectura: ese estado de lenguaje.


Redacción: Benjamin Weil. Director de Actividades, LABoral, Gijón (estracto de su artículo Notas sobre los paisajes i paisajes inmersivos de datos de Ryoji Ikeda)

Lugar: LABoral Centro de Arte y Creación Industrial. Los Prados, 121 / 33394 Gijón / Asturias
Fecha: Hasta enero de 2013
Horario: Lunes, miércoles, jueves y viernes, de 10.00 a 19.00 h. Sábados y domingos, de 12.00 a 20.00 h.
Enlaces: Datamatics