Ciencia y Cultura


BIOS 4 Arte biotecnológico y ambiental


Difícil de analizar, difícil de interpretar, pero muy divertida

EXPOSICIÓN: BIOS 4 Arte biotecnológico y ambientalHasta el 2 de septiembre de 2007 se celebra en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Monasterio de la Cartuja, Sevilla) la exposición BIOS 4, una muestra cuyas obras tienen en común su relación, más o menos elemental, más o menos necesaria, con sucesos de la Biología.
Es muy probable que los espectadores de la primera proyección pública de una película cinematográfica, el 2 de marzo de 1895, no fuesen conscientes de que aquel escueto documental en el que unos trabajadores salían de una fábrica destartalada fuese el momento germinal de una nueva forma de hacer arte. Quizá es más verosímil que la opinión general fuese la de que habían asistido a un entretenimiento de feria.

Quien esto escribe no ha presenciado antes nada parecido a lo visto en BIOS 4. No se si esto es arte (en el sentido de obras creadas deliberadamente con un fin estético), no se si estas fabricaciones darán lugar a alguna forma nueva de hacer arte, se que no son entretenimientos de feria.
En BIOS 4 se exponen los trabajos de casi cincuenta creadores individuales y equipos cuyas obras tiene un fundamento, desde remoto a explícito, biológico y un fenotipo difícilmente clasificable. De hecho, la propia estructura elegida para la exposición, la miscelánea, tampoco parece sujeta a una sistematización radical. La naturaleza de las obras así lo exige. No obstante, las fabricaciones expuestas en BIOS 4 pueden ser, al menos, agrupables, aunque el resultado parezca tan absurdo como aquella fantástica taxonomía borgiana de las páginas de El idioma analítico de John Wilkins.

  • EXPOSICIÓN: BIOS 4 Arte biotecnológico y ambientalLos que parecen animales (y suena falso que no lo sean). A este grupo pertenecen construcciones animadas por una persona o por un software. Aquí incluiremos a las estrellas de la muestra: las dos Máquinas histéricas de Bill Vorn. Dos “seres” robóticos suspendidos cuyos brazos se agitan y resuenan encendiendo luces halógenas cuando el visitante se aproxima. Aunque no son aparentemente amables poseen algo de conmovedor en su hosca naturaleza y quizá pueda usted llegar a encariñarse con ellas. A pesar de que estas construcciones son las más espectaculares de las expuestas, no pasen por alto el documental Stranbeesten sobre los esqueletos ambulantes de Theo Jansen. Este artista holandés comenzó en la década de los setenta, a partir de un profundo análisis del movimiento de las patas de los animales, a construir criaturas (algunas gigantescas) de huesos de plástico tubular amarillo y articulaciones de precintos comerciales de nylon capaces de moverse (mucho) con la fuerza del viento.

  • EXPOSICIÓN: BIOS 4 Arte biotecnológico y ambientalLas instalaciones que tienen un ser vivo dentro. En BIOS 4 estos seres están representados por bacterias, animales y plantas. Por lo general, estas obras son subsidiarias de un concepto programático del arte. Es decir, la obra de arte no se justifica por sí misma, sino que gran parte de los elementos necesarios para su “comprensión” permanecen ocultos porque pertenecen a un plan creativo del autor que sólo él conoce y que trata de poner en conocimiento del espectador mediante una explicación textual o alegórica. En BIOS 4 las obras de este grupo hacen que el espectador saque conclusiones a cerca del comportamiento interactivo de los seres, aunque quizá no sean las que los autores imaginaron. Por ejemplo, en Fish, Plant, Rack (Andy Gracie, 2004) la simbiosis artificialmente inducida entre el Pez elefante y las plantas a las que teóricamente cuida es negada por la terquedad de los hechos: el acuario del pez estaba vacío (una semana después seguía así) y las plantas agonizaban, presumiblemente no por la ausencia del pez. EXPOSICIÓN: BIOS 4 Arte biotecnológico y ambientalLas orquídeas sonoras de LifeSupport System (Mateusz Herczka, 2005) tuvieron que ser retiradas (con gran pena por mi parte, porque conceptualmente la instalación era deliciosa). Los cuadros de gelatina coloreada de Decon (Marta de Menezes, 2007) estaban resecos o invadidos por colonias verdosas de hongos. De estos ejemplos podemos extraer en consecuencia que la biología se comporta de acuerdo con patrones no sospechados, a veces, por los científicos ni por los artistas, sean cuales fueren sus hipótesis o programas creativos previos, respectivamente. También podemos conocer algo más a cerca de las dificultades de mantenimiento de instalaciones de este tipo.

  • Los que muestran imágenes parecidas a plantas. Destaca en este grupo las creaciones cinéticas de estructuras fractales pseudo-3D de Crecimiento por agregación de Andy Lomas (2005). Discuto la naturaleza fuertemente conceptual de la obra propuesta en el programa de la exposición (ignoro si también por el autor). Admito que el fundamento físico-matemático del software generador es necesariamente conceptual, pero las formas a las que da lugar no necesitan más explicaciones y el proceso de crecimiento es bellísimo e hipnótico. Esto es una opinión personal, pero parece ésta una vía de investigación creativa muy interesante. No se priven de entrar en la sala donde se expone Biophilia (Mark Cypher, 2006), instalación en la que el cuerpo del asistente se incorpora a la aplicación, de forma que se desencadena una agresiva reacción de sombras chinescas vegetales de marcado contenido alegórico.

  • Los que uno se extraña de ver. El que esto escribe todavía busca una explicación para la presencia de The Martian Rose (c-lab, nombre colectivo del equipo compuesto por Laura Cinti y Howard Boland, 2005). Según el programa de la exposición, se trata de “un proyecto astro-biotecnológico que presenta una rosa modificada genéticamente capaz de sobrevivir en circunstancias extremas, explorando la posibilidad de poder llevar la vida a Marte”. La realidad consiste en un tubo de metacrilato que contiene lo que fue una rosa, ahora sólo sus restos muertos y secos. Es muy posible que las condiciones ambientales de la muestra excedan en hostilidad a las marcianas, o que los creadores no fuesen de verdad muy buenos genetistas pero, sea cual sea la causa, el resultado en el espectador es la inducción de un estado de melancolía en el que no está ausente la decepción que provoca el espectáculo de las fabricaciones fallidas de la vanidad humana. Tampoco encuentro explicación a la inclusión de un documental sobre un trabajo basado en equipar a palomas con una especie de chalecos que incorporan dispositivos de toma de muestras atmosféricas. Comprendo que debe ser interesante desde el punto de vista de la vigilancia de contaminantes aéreos, pero no sospecho sus relaciones con disciplina artística alguna. Este trabajo se ilustra con tres maniquíes de palomas, con sus correspondientes chalecos, que son similares en todo a palomas disecadas (estoy convencido que lo son), lo que introduce una incongruencia repugnante en este contexto.

  • Los que, a pesar de todo, no puedo clasificar. No puedo clasificar la obra First Tighten Up the Drums (Norman T. Withe, 1969) exponente genuino de arte electrónico en estado elemental. La máquina pretende recrear patrones de luces aleatorios parecidos a los que se forman en el fondo de una piscina, y es una de las primeras de este tipo que hizo el autor. Existe un documental sobre sus trabajos posteriores, que deben ser realmente impresionantes. Tampoco puedo clasificar aquí, por clásico, el grupo de fotografías 86 Grados de Congelación (Catherine Wagner, 1995), paradigma de cómo un verdadero artista puede extraer el significado estético-ético de cualquier circunstancia.

En fin, el verdadero valor de BIOS 4 no es la incontestabilidad de las obras que expone, sino la puesta en evidencia del cambio de materiales y de significados con los que se construye, y se va a seguir construyendo, buena parte del arte moderno.

Vayan a verla, es divertida.


Antonio Romero Tabares

Lugar: Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. Monasterio de la Cartuja. Avda. Américo Vespucio, 2. Isla de la Cartuja. Sevilla
Fecha: Hasta el 2 de septiembre
Horario: De martes a viernes de 10.00h. a 21.00h. Sábados de 11.00h. a 21.00h. Domingos de 10.00h. a 15.00h. Lunes cerrado
Enlaces: Centro Andaluz de Arte Contemporáneo