La resina es una especie de jugo pegajoso de los árboles que les sirve de protección contra insectos y hongos. Al igual que ocurre con un barniz, la resina al secarse se endurece, pero antes puede atrapar gran número de insectos y arañas si por descuido entran en contacto con esta trampa natural. Lo que puede observarse en un bosque actual de pinos ha ocurrido al menos durante los últimos 120 millones de años. Los paleontólogos buscan con gran interés los estratos geológicos que contienen la resina fuertemente endurecida, cristalizada, para conocer los insectos y arañas que poblaban la Tierra en épocas remotas.
Se puede decir que el ámbar es un registro casi perfecto de estos organismos, pues todo el detalle externo de sus cuerpos ha quedado conservado, y se puede observar y estudiar con total meticulosidad gracias a la transparencia del ámbar. En la exposición “Insectos en ámbar: atrapados en el tiempo” del Museo Geominero del Instituto Geológico y Minero de España podrás conocer cómo organismos tan delicados y pequeños han quedado conservados de forma tan exquisita, y la abundante información que se puede obtener de ellos sobre la vida del pasado. Además, podrás contemplar ejemplares reales de diferentes regiones del mundo y de diversas edades
El ámbar se ha utilizado para realizar amuletos y adornos desde los tiempos prehistóricos. El conjunto de propiedades exclusivo del ámbar ha producido gran curiosidad en el ser humano y ha llevado a considerar a esta sustancia casi mágica (los romanos pensaban que el ámbar curaba la locura). Si tenemos la suerte de encontrar un pedazo de ámbar en bruto en ciertos estratos, por ejemplo de la República Dominicana o de Birmania, podremos comprobar que tiene cualidades del cristal, por ejemplo su transparencia y fragilidad, pero se corta y pule con facilidad, y atrae pequeños trozos de papel al ser frotado (los griegos llamaban “elektron” al ámbar, y debido a esta propiedad han derivado las palabras actuales “electrón” y “electricidad”).
Superadas las épocas de la magia y de las explicaciones sobrenaturales, en la actualidad es la Ciencia la que se aproxima al ámbar con mayor interés. El catálogo de nuevas especies de insectos y arañas, que se muestra en el ámbar con edades tan dispares como 110 millones de años o 20 millones de años, es inmenso. El trabajo de catalogación parece que nunca quedará totalmente concluido, pero en este proceso aprendemos cómo es la dinámica de la evolución, cómo eran los ecosistemas del pasado, qué cambios ambientales de gran envergadura han operado en la Historia de la Tierra, entre otros muchos aspectos de gran interés.
Pero, ¿quizá no hace falta viajar hasta las lejanas Birmania y República Dominicana para encontrar ámbar? España se ha mostrado uno de los países más ricos en ámbar en el mundo. Cada año se descubre alguna nueva localidad, principalmente en el norte y en el este peninsular. Y el ámbar español no sólo es abundante, también contiene raros insectos que convivieron con los dinosaurios durante el periodo Cretácico. Esta es una sección destacada de la exposición, conocer que el ámbar no nos es ajeno, y que forma parte de nuestro patrimonio natural e histórico.
Junto con la exposición se han programado cuatro conferencias de acceso libre sobre diversos aspectos del ámbar, que se impartirán en el Museo Geominero.
