¿Qué tienen en común una langosta, un coche y una burbuja de cava? ¡El número 1! La familia de los números nos ha acompañado desde los tiempos más primitivos y sigue hoy al servicio de nuestro progreso. A lo largo de cinco milenios, distintas clases de números han ido surgiendo para resolver problemas cada vez más creativos.
El desarrollo numérico ha permitido contar, ordenar, situar, comparar, repartir, calcular, codificar. y disponer de un lenguaje que hoy es esencial tanto para la vida cotidiana como para el desarrollo de la ciencia y de la técnica.

La exposición ¡NÚM3ROS! es una propuesta para comprender los números y su utilidad en la vida cotidiana.

Los números naturales cuentan y ordenan
Un pastor que tiene ocho ovejas puede echar en falta a una de ellas porque las conoce a todas, pero no puede controlar un rebaño de quinientas ovejas sin contarlas. Contar dedos, cabezas de ganado, frutas, contar personas. ¡sean los números naturales!

Los números enteros sitúan lo positivo y lo negativo
Los números naturales cuentan a partir del primer elemento (1, 2, 3.) pero se precisa un 0 para tener un punto de partida y números negativos para poder contar hacia atrás, hacia el pasado, hacia abajo, hacia las deudas. ¡sean los números enteros! ¿Qué números utilizas para expresar bajas temperaturas?

Los números racionales reparten y comparan
Si los enteros no son suficientes para repartir y poco pueden precisar en las medidas..., y un cálculo con números enteros no tiene por qué ser un número entero (por ejemplo, una división) ¡sean los números racionales! ¿Cuántas toneladas pesas? ¡Encuentra qué familia de números puede darte tu peso ideal!

Los números reales completan y calculan
Si con los racionales no podemos dar nombre a todos los puntos de una recta y tampoco podemos hacer cálculos límite... ¡Sean los números reales! ¿Tienes un "ombligo de oro"? Busca en la exposición el número que te ofrece unas proporciones divinas.

Los números complejos resuelven
Si el resultado de un cálculo con números reales no tiene por qué ser un número real (por ejemplo, la raíz cuadrada de -1); si no podíamos resolver todas las ecuaciones de segundo grado... ¡sean los números complejos!

Asómate al espejo de los complejos y verás la ecuación de lo imaginario.