Ciencia y Cultura


ENREDOS


Atrapados en la red



Araña 1-2

Desde sus primeras exposiciones, Daniel Canogar ha entendido su carrera artística como una exploración de la identidad personal a través de los recursos de la fotografía. Un autorretrato inicial, hecho a partir de la proyección de la imagen de sus propios ojos y su boca en tres fotolitos sobre la pared parece haber adelantado todo su trabajo posterior. Trabajo centrado, por lo general, en la exploración del cuerpo humano. Ello le ha llevado a investigar, por un lado, las capacidades expresivas de la fotografía a través de soportes no tradicionales y, por otro, a reflexionar sobre la extraña relación que el problema de la técnica mantiene con el de la construcción de la identidad personal.

Araña 2y 4Parece, en efecto, como si toda exploración de la identidad fuese también una exploración del propio cuerpo. Pero el autorreconocimiento en la cultura contemporánea es ya indisoluble de los mecanismos y los medios de captura de la imagen. Mientras que en la tradición filosófica el problema de la identidad era pensado en términos de autoconciencia, de conciencia interior (un daimon o un hombre interior) que encontraba problemas para entenderse o para conectarse con su yo exterior (el problema cartesiano de la glándula pineal, la armonía preestablecida de Leibniz, el haz o el montón de percepciones de Hume), la cultura contemporánea parece entender este autorreconocimiento como una exploración del propio cuerpo, indisolublemente vinculada al modo de autopercepción de la propia imagen.

Ante el espejo

Autopercepción que está siempre técnicamente mediatizada. La propia fase lacaniana del espejo ya evidencia una mediatización fantasmal y especular que es sólo posible mediante un objeto técnico: el espejo. De este modo, la técnica aparece en la cultura contemporánea no sólo en el centro de toda indagación de la identidad, sino también en la base de su propia constitución. Esto es, por ejemplo, indiscutible en el modo en que la fotografía y el cine construyen nuestra nueva identidad, a través del mundo de la publicidad y de la moda.

Enredos 1_PPero, si esta mediación técnica de la fotografía y de la publicidad empezó a ser evidente a finales de los años sesenta, en la época de Barthes y de Baudrillard, con la publicación del Sistema de la moda y del Sistema de los objetos, la interferencia de la técnica en la constitución de la subjetividad contemporánea se ha multiplicado hasta niveles insospechados, con la aparición de la informática y de la comunicación electrónica. La red de redes está transformando y pervirtiendo todos nuestros usos comunicativos, formativos y pedagógicos, y hasta nuestros usos amorosos, de tal manera que empieza a ser cada vez más difícil saber si somos nosotros los que nos servimos de la Red o, como en una de esas utopías negativas al estilo Matrix, si es la Red la que se sirve de nosotros. La tesis de Canogar, sirviéndose de cables electrónicos y de basura tecnológica con la que enreda y enmaraña todos los espacios de la galería, parece ser la de que es la Red la que no sólo nos atrapa y nos enreda en sus designios, sino que, lo que es peor, nos convierte de algún modo en parte de sus excrementos o de sus restos informáticos.

Hace ya años que viene siendo un tópico lo de que «si no estás en Internet no existes», pero lo que tal vez se ha dicho todavía de un modo tímido e insuficiente es que posiblemente Internet se esté convirtiendo en un vampiro que absorbe nuestra propia vida y suplanta a los individuos reales por individuos virtuales. O, como aquí lo representa Canogar, en una araña que teje su red para atraparnos en ella y nutrirse de nuestra carne y nuestra sangre.

Insultar desde un «blog»

Enredos 2_PAhora mismo es muy fácil obtener información acerca de cualquier persona y acceder a muchos aspectos de su intimidad. Es igualmente fácil difamar, insultar o arrojar basura sobre alguien en un blog. La vida pública no es en Internet separable de la vida privada, y si alguien nos quiere dañar o perseguir, el fácil acceso a la información nos vuelve mucho más vulnerables. Pero además, Internet, al hacer todo el saber absolutamente disponible, transforma nuestra relación con el conocimiento y la cultura, y, en consecuencia, también nuestra idea de la educación y la formación de la persona. Por último, todas las posibilidades de relación sexual, desde las más tradicionales a las diversas parafilias, por insospechadas que éstas sean, parecen encontrar en Internet su asiento y cobijo, otorgando una extraña naturalización a lo que puede que no sería de otro modo, sino el mero producto virtual de una ficción calenturienta. Quedar por Internet para suicidarse o quedar para hacer el amor, intercambiar bragas usadas, libros, música o dinero. Sin duda, es fantástico lo que Internet permite, aunque no sabemos todavía hasta qué punto con ello también la Red de redes nos atrapa.


Miguel Cereceda
ABCD

Lugar: Galeria de Arte Max Estrella
C/ Santo Tomé, 6 patio 28004 Madrid
Fecha: Hasta el 8 de marzo
Horario: Lunes a viernes: 10 a 14 h. y de 16,30 a 20,30 h. Sábados: 11 a 14 h. y de 17 a 20,30 h.
Enlaces: www.maxestrella.com/home.html
Mas Información: www.danielcanogar.com/page_es/index.html