Ciencia y Cultura


MIRADAS SOBRE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA


Una exposición conmemorativa de la Guerra de la Independencia



Napoleón y Godoy. Calcografía Nacional La exposición “Miradas sobre la Guerra de la Independencia” organizada por la Biblioteca Nacional de Españaen Madrid, viene a sumarse a los actos conmemorativos del bicentenario de un hecho capital con el que España se inicia en la historia contemporánea: su nacimiento como nación.

Ya sólo la riqueza de los fondos que posee la Biblioteca Nacional, ponen de manifiesto la explosión de creatividad gráfica de aquellos agitados años, en los que todo valía para luchar contra el invasor: dibujos, estampas, impresos, donde la sátira, la burla, el escarnio alcanzan las mas altas y crueles cotas de expresividad, además de las proclamas, bandos, decretos y, naturalmente, esa valiosa colección de primeras ediciones de textos Día dos de Mayo de 1808. En Madrid . Biblioteca Nacionalfundamentales. Si unimos la riqueza de materiales de aquella a la de otras instituciones afines (Museo Nacional del Prado, Calcografía Nacional, Museo Municipal de Madrid, etc.), podemos comprender las diversas opciones que se ofrecían como posibles para organizar el evento. En este caso los responsables han hecho una opción de carácter enciclopédico, extensivo, con una narrativa organizada en ocho bloques, titulados: protagonistas, antecedentes, los hechos, los desastres de la guerra, la situación política, la sátira, fin de la guerra y vuelta al absolutismo, y funestas consecuencias. Nada que objetar, salvo en el a posteriori: constatar la dificultad que entrañaba tal elección. Porque el espectador encontrará muy difícil orientarse a no ser que no sea profano en el tema. No se entiende bien el desarrollo de la guerra desde sus antecedentes hasta los desastres de Goya, quizá porque apenas existen paneles que vayan explicando de una forma adecuada lo que fue sacudiendo a la sociedad española del momento.

Francisco Goya, Con razón o sin ella. Desastre de al guerra, núm 2. Biblioteca NacionalCentrada en los de “arriba”, en los reyes, en los personajes políticamente influyentes, las revueltas ciudadanas y populares quedan reducidas a color local, casi a lo “pintoresco”, salvo por la presencia de algunos de los héroes ya sacralizados por la tradición y a la ferocidad de la guerra personificada en los “desastres” deGoya. Con todo ello, el espectador común difícilmente puede hacerse una idea ajustada de los que significó el levantamiento popular como eje esencial de esta guerra. ¿Y qué decir del periplo seguido por Fernando VII desde sus inicios como “deseado” hasta el odio que logra cosechar? Se podían haber reproducido algunas coplillas, haber puesto alguno de los testimonios de los soldados que vinieron con las tropas de Napoleón o los de las tropas aliadas inglesas; documentos sobre las gravosas exacciones o los onerosos “suministros” que pesaron como una losa sobre los pueblos de España. O articular de una forma más convincente el por qué José I, el rey intruso, se ganó el mote de “Pepe Botella”.

Francisco Goya , Enterrar y callar. Desastre de la guerra, núm 18.  Biblioteca Nacional A la dificultad de alcanzar una comprensión de unos acontecimientos en medio de los cuales tuvo lugar el nacimiento de la España Constitucional, al espectador medio, no le queda otro remedio más que retener un conjunto de anécdotas, expresiones contradictorias de las conductas de unas gentes donde la crueldad, las burlas más brutales, acordes también con los comportamientos más deleznables ligados a las guerras, asumen el máximo protagonismo. ¿Eran esos los españoles de entonces? Permítaseme la objeción, pero tomar a Goya como referente máximo para explicarnos qué fue la Guerra de la Independencia, comporta riesgos extremos. Demasiado atormentado, contradictorio, singular, genial -no olvidemos quefue un “afrancesado” con lo que eso comportaba-, sus grabados son complicados de leer.

Por otra parte, en una exposición que conmemora unos hechos históricos complejos, cabe señalar la ausencia de un mínimo material didáctico, a excepción de los dos paneles informáticos donde se recogen parte de la información expuesta en las salas. Ni que decir, que la sala dedicada a los grabados ingleses donde estos dan su peculiar versión humorística de los acontecimientos, se resiente de la falta de traducción de unos textos sin la cual el sentido de las imágenes se pierde en su mayor parte. La continuada penumbra en que se ven envueltas las salas, así como las letras pequeñas y complicadas que acompañan a los cuadros, tampoco facilitan la atención del visitante, lo que lleva a que la mirada, en lugar de centrarse, se disperse.

Francisco Goya, No hay que dar voces. Desastre de la guerra, núm 58. Biblioteca NacionalY para terminar debería destacar, que las tiendas de los museos habrían de ser una prolongación de las exposiciones, y los objetos y materiales expuestos (carteles, diapositivas, camisetas, etc.) una muestra pequeña pero emblemática de sus acciones y actividades museísticas y culturales.


Milagros Fernández Poza
Universidad Complutense de Madrid

Lugar: Biblioteca Nacional
Paseo de Recoletos ,20. 28001 Madrid
Fecha: Hasta el 25 de mayo de 2008
Horario: De martes a sábado de 10.00 a 21.00 h. Domingos de 10.00 a 14.00 h
Enlaces: www.bne.es/esp/actividades/guerraindependencia.htm