Descubrir el secreto de Spiderman y emular al fotógrafo del Daily Bugle trepando por una pared, investigar si hay alguna base científica que explique la ira de Hulk o incluso accionar uno de los brazos mecánicos del Doctor Octopus mientras aprendemos conceptos sobre física, neuroanatomía y biomecánica. Éstas son algunas de las propuestas interactivas que ofrece el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe con la exposición "Marvel Superhéroes".
Bajo el lema "¡Vive los cómics! ¡Vive la ciencia!" y primicia en Europa, propone a los visitantes un recorrido en torno a los diversos aspectos de la ciencia y la tecnología relacionados con el mundo del cómic. Está ubicada en la primera planta del Museo y se estructura de forma que invite al visitante a sumergirse en el mundo del cómic y descubrir poco a poco cómo los 
superhéroes incorporan la ciencia en sus aventuras. La psicología del miedo, la aracnología, la biomecánica y las prótesis, la anatomía de las emociones, la percepción visual, la ingeniería hidráulica y robótica, la física de las ondas sonoras, la genética y la evolución, el magnetismo, la química y los estados de la materia, la criogenia, las ciencias de la atmósfera, o el desarrollo de las capacidades sensoriales son algunos de los campos científicos que aborda la exposición.
El increíble universo Marvel, de Stan Lee, es la inspiración para la creación y el diseño de esta exposición. Cada uno de los espacios presenta a un personaje concreto y el principio científico que le asocia el cómic, e invita al visitante a realizar una "misión" para descubrir por sí mismo los diversos aspectos científicos relacionados.
La muestra cuenta con una parte introductoria donde el público se ve envuelto en una escenografía al más puro estilo "cómic", como si saltara a las páginas de una de estas historias: muros de ladrillos, cabinas telefónicas que suenan, una boca de incendios y un buzón, pasos de peatones, e incluso un callejón con puerta trasera y escalera. En el camino van surgiendo las imponentes figuras del Increíble Hulk- que llega a alcanzar los dos metros, y que aterriza sobre un coche aplastado-, Ironman, Tormenta, Spiderman y el Capitán América, entre ilustraciones y diferentes motivos de cómics.
Laboratorio de Superhéroes
Tras pasar por esta zona introductoria, en la que además se realizan diversos talleres, los visitantes suben al ascensor que les conduce al denominado laboratorio de los superhéroes: la sensación de ascender acompaña al público, que inicia de este modo la visita a la zona expositiva de los Superhéroes: Hulk, Tormenta, Spiderman, la Patrulla X, Daredevil, la Antorcha Humana, Banshee y la Mujer Invisible explican, a través de módulos interactivos, los diversos aspectos relacionados con sus superpoderes.
El módulo dedicado a Hulk permite "entrar" en la propia cabeza de este superhéroe e investigar el cableado de su cerebro: el visitante coge una sonda y enfoca un rayo de luz a diferentes puntos del cerebro de Hulk; según el área que se destaque, Bruce Banner se enfurecerá o controlará sus emociones.
En la zona de Spiderman, el público se encuentra con un muro de ladrillo ampliado, como visto por una araña, en el que pueden emular al fotógrafo del Daily Bugle. Y aprendemos cómo es de increíblemente resistente el hilo de una araña.
Con Daredevil sabremos que el complejo mecanismo del olfato puede distinguir entre 3.000 y 10.000 olores diferentes. Los visitantes pueden además activar y controlar los brazos mecánicos del villano Doctor Octopus, descubrir los implantes biomecánicos con Lobezno, o el mundo infrarrojo de la mano de La Antorcha Humana, entre otras propuestas interactivas. Y también comprobar los principios básicos de los imanes con Magneto- los visitantes sienten como les repele el poder de Magneto al intentar empujar un escudo- o poner a prueba sus poderes sónicos al emitir con fuerza la voz, emulando a Banshee, para acabar con el villano Centinela -hay que gritar a más de 100 decibelios en la Sala de los Peligros-.
Son sólo algunas de las "misiones" que pueden hacer que el público se sienta, de manera realista, como si fueran auténticos superhéroes... de la ciencia.
