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“El mero hecho de haber recibido este premio habla del enfoque y el apoyo de la Comunidad de Madrid y la Fundación madri+d a empresas como la nuestra”

Este viernes madri+d homenajea a los galardonados en la XIII edición de sus premios, donde ienai Space ha resultado galardonada en la categoría a Mejor Idea

Daniel Pérez Grande es el CEO & Co-founder de ienai SPACE, la start-up madrileña galardonada con el premio madri+d a la Mejor Idea en la última edición de estos premios. Daniel, cuéntanos qué es y en qué consiste ienai Space.

Ienai Space es una empresa de motores cohete. Simplemente hacemos motores cohete que van embebidos en los propios satélites. Nuestro objetivo es permitir que los pequeños satélites sobre todo, satélites por debajo de los 10 kilogramos, tengan acceso a sistemas de propulsión a bordo que les permitan maniobrar una vez en órbita, una vez que han sido desplegados del vehículo lanzador.

¿Cómo surgió la idea?

Los socios fundadores de la empresa somos doctores en física de plasmas en ingeniería aeronáutica, de hecho nos especializamos en lo que llama propulsión eléctrica que es el tipo de cohetes que hacemos nosotros, y hace un par de años, en 2017, fuimos a una conferencia en Atlanta (EEUU) donde ganamos un premio, el Premio Jóvenes Visionarios, a la mejor aplicación de tecnologías de propulsión eléctrica con una misión que estaba enfocada en desplegar una constelación de satélites en órbita lunar para hacer un gps lunar, para apoyar a futuras misiones tripuladas. Esto dependía de una cosa que se llama ingeniería concurrente entre el diseño del sistema de propulsión y el diseño de las trayectorias que deben llevar a cabo los satélites para desplegarse en esa constelación. Nos dimos cuenta de que había una parte que no se había explorado, que era esta combinación de estas 2 disciplinas y fundamos la empresa en torno a esa idea.

¿En qué fase de desarrollo se encuentra actualmente y cuáles son los próximos hitos en su evolución?

Ahora mismo estamos terminando el primer prototipo funcional que incorpora todos los sistemas que debe llevar un sistema de propulsión (el propio motor, la electrónica, el depósito de propelante,  los sistemas de alimentación de propelante…). Una vez que hayamos conseguido testear eso y veamos que todo funcione como debería, como lo hemos diseñado, pasaremos a lo que se llama el modelo de ingeniería, que ya es un modelo más final, un prototipo más final, más parecido a lo que podría ir en un satélite eventualmente. El gran hito para nosotros es la certificación de este modelo de ingeniería y eventualmente su incorporación en una misión espacial. Es decir, intentaremos volar antes de final de 2021 para demostrar la tecnología en órbita.

Háblanos del equipo humano que está detrás del proyecto: Cuántas personas sois, de qué os conocéis, perfiles, etc.

Somos casi 10 personas trabajando a tiempo completo. La verdad es que la empresa está creciendo bastante, somos la única empresa en España que está dedicada a este tipo de tecnologías, lo cual implica que tenemos un cierto interés por parte de la Comunidad y también por parte de estudiantes que salen de la escuela de ingeniería, incluso de gente que son seniors ya en la industria y quieren dedicarse a un proyecto nuevo. Los tres socios fundadores venimos de la Universidad Carlos III de Madrid, nos doctoramos allí aunque dos de los socios hicimos ingeniería aeronáutica en la Universidad Politécnica, y el resto del equipo se complementa con un equipo más multidisciplinar: tenemos un Chief Financial Officer, que se dedica un poco a las finanzas y a todo el tema de financiación requerida para un proyecto de este de este tipo; también un especialista en nano-fabricación porque nuestro proyecto no es solo un proyecto de tecnología espacial sino de tecnología de micro y nano fabricación, que de hecho es una de las de las ventajas de la tecnología que estamos desarrollando. Eso junto con los diferentes perfiles de los empleados: desarrolladores de software, ingenieros electrónicos, ingenieros de sistema, ingenieros de misión… Al final es un proyecto muy ambicioso que requiere perfiles de muy diferentes tipos.

¿Dónde crees que radican las fortalezas o principales ventajas competitivas de vuestro proyecto?

Yo creo que la idea conceptual es muy diferente, es muy diferente a lo que se hace a día de hoy. Para que os hagáis una idea las tecnologías de propulsión eléctrica se basan siempre en tecnologías basadas en plasmas. Son motores muy conocidos, como los motores de efecto hall o los motores de iones, que son conocidos en la prácticamente desde los años 70. Ese tipo de motores tienen una problemática y es que no son escalables, es decir, en el momento en que tú diseñas un motor para un punto de operación es muy difícil extrapolar eso a otros puntos de operación, diseñar motores más grandes o más pequeños… Una de las principales ventajas de nuestra tecnología es que es absolutamente escalable, está basada en un enfoque modular de tal manera que simplemente añadiendo más o menos módulos podemos escalar el tamaño de la tecnología en función de los requisitos de nuestro cliente. Y de hecho precisamente hemos enfocado toda la empresa, o todo el modelo de negocio, precisamente a trabajar mucho con las necesidades del cliente.


La fundación está ayudando a generar un ecosistema muy fuerte en Madrid en lo relacionado al nuevo espacio

Estamos desarrollando un software que va a permitir a nuestros clientes tener una idea inicial en los momentos preliminares de diseño de la misión sobre qué tipo de motores necesitan para hacer según qué maniobras que quieran hacer. Esto de hecho nos permite atacar uno de los principales problemas de algunos de los clientes que hemos identificado: Aquí estamos hablando de una cosa que llama Nuevo Espacio (New Space en inglés) que es una nueva filosofía de acceso al espacio que pasa también por muchas startups como la nuestra, y muchas de ellas no tienen acceso a perfiles de especialistas en propulsión o en las trayectorias orbitales que se necesitan calcular para hacer ciertas maniobras o cambiar de órbitas. Entonces lo que nosotros hemos hecho es hacer un software que básicamente reemplaza esos perfiles, de tal manera que no requiere incorporar perfiles dentro de su empresa para entender el tipo de sistemas de propulsión que requieren una vez llegados a la órbita. Eso reduce las barreras de entrada al acceso a esta tecnología y creemos que nos va a permitir también establecer relaciones a largo plazo con nuestros clientes. En resumen, sería un software que nos permite estar presente desde el comienzo del diseño de misión en las oficinas de nuestros clientes por así decirlo y una tecnología que es muy escalables y muy adaptable a las necesidades de los clientes.

Háblanos del camino que habéis recorrido hasta la fecha: dificultades y apoyos que habéis encontrado, etc.

Nosotros empezamos en marzo de 2019, hace ya casi 2 años, y  la verdad es que ha sido un camino complejo, no ha sido un camino fácil, no creo que nunca lo sea para ninguna startup, pero en nuestro caso nosotros hacemos hardware entonces los requisitos sobre todo de financiación, de colaboraciones con otras empresas o con centros investigaciones (de hecho tenemos una colaboración muy buena y muy exitosa con el CSIC a través del Centro Nacional de micro-electrónica en Barcelona) y la verdad es que establecer este tipo de relaciones, que crean en ti, que confíen en que realmente seamos una empresa que tiene validez, que tiene capacidad técnica, que tiene capacidad de desarrollo, de testeo… Establecer este tipo de capacidades es lo que nos ha costado. No ha sido un camino fácil, la parte de financiación ha sido probablemente la más complicada, la más compleja. Aunque debo decir que ha habido apoyos bastante grandes sobre todo en la Comunidad de Madrid. Ahora mismo estamos en la incubadora de la Agencia Espacial Europea, ESA BIC, que en Madrid está gestionada por la Fundación madri+d y ese tipo de apoyos son fundamentales para empresas como la nuestra. 

¿Cómo habéis vivido y cómo os ha afectado este año marcado por la pandemia?

Nosotros teníamos un acuerdo colaboración con la Universidad Carlos III que nos permitía explotar algunas de sus instalaciones de cara a hacer nuestras investigaciones, nuestros tests, y cuando llegó la pandemia obviamente cerró y tuvimos que establecer  un pequeño centro de testeo alternativo precisamente porque no teníamos acceso a esas instalaciones. Ese probablemente fue el impacto más duro que tuvimos. Nosotros al final somos una empresa de hardware y vivimos o morimos por la cantidad de tests que podemos hacer, por los desarrollos que podemos hacer. Durante los meses de confinamiento hicimos lo que pudimos, sobre todo lo relacionado con el desarrollo de software.

He de decir no obstante que la industria espacial probablemente ha sido la industria menos afectada por la pandemia. De hecho la industria de los pequeños satélites, el llamado Small Satellite Market, se ha cuadruplicado este año, lo cual es una cifra absolutamente increíble, y no sólo eso, sino que las inversiones privadas, las inversiones de fondos de capital privado en startups de espacio este año han sido todo un éxito. Es decir, ha habido habido un récord mundial de inversiones en startups de espacio, imagino que porque precisamente esto de estar ahí fuera hace que no te afecte demasiado el tema del COVID, por lo que no sé si decir que la industria espacial se ha visto beneficiada por la pandemia, pero definitivamente no se ha visto tan afectada como otras industrias. 

¿En qué medida la labor de madri+d os ha ayudado en vuestro camino y cómo crees que el trabajo de la Fundación contribuye a articular un ecosistema regional innovador?

En nuestro caso es muy obvio: la fundación madri+d nos ha apoyado yo creo desde el principio, estamos en el ESA BIC de la Agencia Espacial Europea que en Madrid está gestionada por madri+d. La verdad es que no podríamos pedir partners, mejores socios en este camino. Tener detrás el sello de ser una empresa de alguna manera validada por la Agencia Espacial Europea en Europa, es algo fundamental si quieres ser una startup de espacio. Además nosotros hemos pasado por unas cuantas aceleradoras y he de decir que ha sido la mejor experiencia que hemos tenido a día de hoy en cuanto a este tipo de procesos, porque realmente hemos sentido que han trabajado para nosotros, para que la empresa funcione, para que tengamos acceso a la financiación que necesitamos, a los contactos que necesitamos… El apoyo ha sido espectacular.

La verdad es que nos hemos sentido muy arropados por la Fundación madri+d, y creo la fundación está ayudando a generar un ecosistema muy fuerte en Madrid en lo relacionado al nuevo espacio. Y por ilustrar un poco esto, me gustaría decir que tres empresas del ESA BIC Comunidad de Madrid hemos formado el primer consorcio de empresas madrileñas enfocado en nuevo espacio, se llama MINSC (Madrid Innovation and New Space Cluster) y está enfocado en fomentar las actividades económicas y tecnológicas relacionadas con esto de los pequeños satélites y todas las tecnologías que hay alrededor. Así que creo que hacen una labor definitivamente muy interesante de cara a generar este ecosistema.

¿Qué supone recibir este Premio madri+d a la Mejor Empresa? ¿De qué manera crees que puede contribuir este galardón a vuestra evolución o consolidación?

La verdad es que el premio ha sido una sorpresa. Nos sentimos más confiados en nuestras capacidades, en la tecnología, en el equipo. Siempre está muy bien que validen tu trabajo. Ya solo el hecho de haber recibido este premio habla de como la Comunidad de Madrid y como la Fundación madri+d están enfocando en que empresas de este estilo se generen, en apoyar este tipo de empresas y eso para nosotros es fundamental.

Haber recibido este premio es un honor, es un orgullo y esperamos que genere atención y permita a otros emprendedores dar el paso. Ese reconocimiento es fundamental para nosotros pero creo que es fundamental para que otra gente se anime a dar el salto, otros investigadores que han acabado la tesis doctoral se planteen montar una empresa y hacer esa transferencia tecnológica que tan importante es a día de hoy en nuestro país.

¿Qué le pedís a este 2021?

Yo le pido a volar. Ir de Madrid al cielo. Espero que podamos volar nuestra tecnología, el primer motor de propulsión iónica diseñado y fabricado en España, que creo que va a ser un hito no solo en la Comunidad de Madrid sino a nivel nacional, y que va a permitir a todo el sector español tener acceso a una nueva tecnología, a una nueva forma de enfocar este tipo de tecnologías y estamos dispuestos a presentar esta tecnología al ecosistema. Para ello tenemos que volar. En espacio si no vuelas no eres nadie y eso es lo que le pido al 2021: que lleguemos a demostrar nuestra tecnología en órbita.

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