Convento de las Clarisas, Lorca (Fidel Martín)

Por eso, nosotros estamos principalmente interesados en edificios antiguos, ya que carecen de estructura y en ellos también se pueden observar daños de terremotos anteriores. De esta manera, podemos establecer la periodicidad de terremotos y deducir que, si los efectos son los mismos, en el futuro se producirán con características similares y podremos prepararnos para el siguiente", explica el Dr. Fidel Martín, investigador principal del proyecto.

El terremoto de Lorca, con una magnitud de 5.1 Mw, es un ejemplo excepcional para el estudio de daños en edificios históricos asociados al campo cercano durante un sismo, ya que permite correlacionar los efectos y el daño en el patrimonio de la ciudad con los parámetros sísmicos instrumentales del terremoto que se pueden disponer en la actualidad. La metodología para este estudio, según el Dr. Martín, "se basa en conocer cómo se ha producido un terremoto actual, cuál ha sido la falla - Falla de Alhama de Murcia- y utilizar todos los instrumentos que tenemos para caracterizarlo. A continuación lo que hemos hecho ha sido compararlo con los datos obtenidos con los EAEs -efectos arqueológicos de terremotos- y hemos hecho una tabla registrando terremotos a nivel mundial, como el de Emilia Romagna (Italia) o en Christchurch (Nueva Zelanda). El objetivo es que cuando vayamos a un yacimiento antiguo y veamos el mismo EAE podamos asimilarlo a los parámetros sísmicos instrumentales que conocemos hoy".

Iglesia de Santo Domingo, Lorca. (Rodríguez Pascua et al.)(Fidel Martín)

Iglesia del Paso Azul, Lorca. Fidel Martín

Del análisis preliminar de estos datos se puede establecer la dirección de aceleración del terreno al paso de la onda sísmica y constatar que coincide con los mismos efectos observados en los edificios afectados por terremotos anteriores, lo que indicaría que la ciudad se somete al mismo movimiento del terreno frente a terremotos de este tipo. "Nosotros nos hemos fijado en cómo se ha movido el edificio y en la orientación de ese daño, porque eso está directamente relacionado con la falla que genera el terremoto. Hemos observado que en el terremoto de 1674 los desplazamientos de edificios como la Colegiata y el Castillo se produjeron de la misma manera", señala Fidel Martín.

Los resultados de este proyecto se están utilizando para llevar a cabo las tareas de restauración del patrimonio, ya que, según explica Fidel Martín "se están realizando refuerzos antisísmicos, como sustituir el hormigón que se utilizó para reforzar las cúpulas por madera, que permite que la estructura oscile y no se colapse. También están reforzándose las direcciones que han sido identificadas como las más dañadas. La Colegiata la están restaurando con los informes que hemos obtenido".

En las inmediaciones de Lorca también hubo muchos desprendimientos de rocas que el Grupo de Geología de la URJC ha inventariado y datado mediante liquenometría. "El trabajo con líquenes sirve para datar las rocas que se han desprendido y observar qué edad tienen para constatar que la mayoría se han caído en terremotos anteriores", explica el Dr. Martín. Por tanto, los resultados de estos informes se están utilizando para reforzar las laderas y evitar futuros desprendimientos.

Más información: Grupo de Geología de la URJC