¿Quieres comercializar un nuevo alimento? La Unión Europea marca nuevas directrices

Tal vez hayas oído hablar de los alimentos derivados de cultivos celulares, del aceite de krill o de los insectos aptos para consumo humano. Estos pueden ser buenos ejemplos de lo que hoy se conoce como nuevos alimentos, categoría que en la Unión Europea engloba aquellos, que a diferencia de los alimentos tradicionales, no se han estado consumiendo de manera significativa antes de mayo de 1997.

El sector de los nuevos alimentos evoluciona rápidamente, y es importante que los procesos de evaluación de la seguridad se mantengan en dicha evolución. Los cambios introducidos en el marco jurídico de la Unión Europea sobre nuevos alimentos y los recientes avances en materia de investigación e innovación alimentarias demandaban una actualización, especialmente en relación con los requisitos científicos, de las directrices existentes desde que en 2018 entrase en vigor el reglamento sobre nuevos alimentos.

«los cambios legales y los avances en materia de investigación e innovación alimentarias demandaban una actualización»

La seguridad de un alimento debe estar respaldada por datos sobre su composición, su experiencia de uso continuado y sus condiciones de uso propuestas. Su consumo normal no debe ser desventajoso desde el punto de vista nutricional. La solicitud de comercialización debe integrar la información sobre la composición y la experiencia de uso continuado y proporcionar una consideración general concisa sobre cómo esto sustenta el historial de uso seguro del alimento y cómo esto se relaciona con las condiciones de uso propuestas para la UE. Además, deben discutirse los posibles peligros para la salud identificados sobre la base de datos de composición y/o datos de la experiencia de uso continuado.

La Comisión Europea encargó a la Autoridad Europea de seguridad Alimentaria (EFSA) la actualización de las directrices sobre la preparación y la presentación de las solicitudes de comercialización de nuevos alimentos en la Unión Europea. Hay dos tipos de directrices; las científicas, que detallan la información científica que deben aportar los solicitantes; y las administrativas, que clarifican el proceso de solicitud y complementan la información remitida indicando los pasos prácticos que han de seguirse para preparar y presentar una solicitud. Así, esta semana se ha publicado una nueva guía sobre los requisitos científicos para una solicitud de autorización de un nuevo alimento:

Guidance on the scientific requirements for an application for authorisation of a novel food in the context of Regulation (EU) 2015/2283

Las nuevas directrices científicas explican cómo describir e identificar el nuevo alimento, así como los pormenores que deben aportarse sobre el proceso de producción, la composición, las especificaciones y los usos propuestos. Los solicitantes también deben facilitar información sobre el consumo previsto del alimento, historial de uso, así como datos de seguridad, en particular sobre el modo en que el organismo procesa el alimento, su toxicología, sus propiedades nutritivas y sus posibles alérgenos.

Sobre la base de la información proporcionada, la EFSA evaluará la seguridad relacionada con el consumo del alimento en las condiciones de uso propuestas. Una vez finalizada esta evaluación, corresponde a la Comisión Europea y a las autoridades nacionales tomar decisiones sobre la aprobación y la comercialización, incluidos los requisitos de etiquetado. 

Fuente: Autoridad Europea de seguridad Alimentaria (EFSA)

Sergio González Domínguez

Servicio de Informática y Comunicación
Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (VISAVET)
Universidad Complutense de Madrid

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