Utilidad y Palpación de Pulsos Pedios
La Palpación de los Pulsos, especialmente Pedio y Tibial Posterior es un procedimiento rápido y muy útil en la exploración de la circulación de los miembros inferiores.
En esta breve guía explicaré para qué sirve y cómo realizar correctamente la palpación.
Introducción a la Enfermedad Arterial Periférica
La arterioesclerosis o acúmulo de placas de ateroma (grasa) en las paredes de las arterias, dificultando así el paso de sangre a través de ellas, es un proceso frecuente en la población. Se manifiesta principalmente con Cardiopatía Isquémica, Accidentes Cerebro-Vasculares y la Enfermedad Arterial Periférica (EAP).

En las extremidades inferiores, la EAP está presente entre el 3-12% de la población, aumentando aún más con la edad a partir de los 40 años. Como la esperanza de vida en los países desarrollados sigue en aumento, la probabilidad de aparición de patologías también es mayor.
La Enfermedad Arterial Periférica es silenciosa, al inicio no se siente, por lo que es necesario diagnosticarla de forma precoz en los grupos de riesgo (personas diabéticas, fumadores y personas con función reducida en miembros inferiores, especialmente).
Utilidad de Palpar los Pulsos de los Miembros Inferiores
Cuando realizamos la exploración de la circulación de los miembros inferiores, a parte de observar la piel (tonalidad, aspecto, tacto) también debemos palpar los pulsos de los miembros inferiores.
Se ha demostrado que palpar el pulso pedio y tibial posterior de forma sistemática es un procedimiento de mucha utilidad para valorar la presencia de EAP.
Otras utilidades principales de la palpación de pulsos pedios son:
- Valorar si existe isquemia en una extremidad.
- Orientar el diagnóstico de las úlceras de las piernas: venosas, arteriales, neuropáticas. Puedes profundizar en el diagnóstico y tratamiento de las úlceras.
Técnica de Palpación de los Pulsos
Pulso Pedio

Con el paciente en decúbito supino debemos localizar el lugar de palpación apoyando los dedos cuidadosamente. En este caso localizaremos el pulso pedio que se encuentra en el dorso del pie, más conocido como empeine.
- Apoyamos 2-3 dedos (sin utilizar el pulgar por tener pulso propio) en el trayecto de la arteria dorsal del pie. Se encuentra entre los tendones extensores del 1er y 2º dedo.
- Si no se palpa el pulso al primer intento, moveremos los dedos lateralmente.
- Realizaremos la exploración en ambas extremidades y registraremos los resultados.
Pulso Tibial Posterior

Con el paciente igualmente en supino, utilizaremos el mismo procedimiento, pero esta vez colocando los 3 dedos debajo del maléolo tibial.
En la foto se puede apreciar como se intenta agarrar el pie sujetándolo con el pulgar. Se recomienda no utilizar el pulgar porque tiene pulso propio y nos podría confundir.
Pulso Poplíteo

Con el paciente en supino y la rodilla ligeramente flexionada, abrazaremos la rodilla con ambas manos, presionando con los dedos en el hueco poplíteo, justo detrás de la rodilla.