Cuando los alimentos cuecen algo malo. Comunicando riesgos y crisis alimentarias

Seguramente todos tengamos una opinión sobre como son o han sido manejadas las crisis alimentarias desde el punto de vista de la comunicación. Cualquier consumidor recordará rápidamente situaciones como las vividas con vacas locas o el pepino español por citar dos ejemplos. No hay duda que la comunicación juega un papel fundamental tanto en la gestión de una crisis alimentaria, como en informar sobre los riesgos asociados al consumo general de ciertos alimentos. Sin embargo, no podemos olvidar que la comunicación en el área de la agroalimentación se desarrolla en un escenario complejo, donde participan portavoces, medios, consumidores, productores… y donde también existen grandes implicaciones, tanto económicas y políticas, como sanitarias.

Pero, ¿cuáles son las buenas prácticas de comunicación en estas situaciones?, ¿cómo debemos informar para conseguir que el oyente adquiera un juicio crítico en la evaluación de los riesgos vinculados a determinados productos o hábitos de consumo sin crear una crisis indebida? o, en situaciones de alarma sanitaria, ¿cómo informar de los peligros, de las pautas que minimizan los riesgos y lograr que la población entienda por qué se toman ciertas decisiones?.

“el riesgo cero no existe, pero los profesionales en salud trabajan constantemente en minimizar este riesgo y garantizar alimentos cada vez más seguros”

En la búsqueda de respuestas hay pilares donde apoyarnos: una información científica (veraz, contrastada e independiente) sobre los peligros y riesgos es el primero de ellos; el riesgo cero no existe, pero los profesionales en salud trabajan constantemente en minimizar este riesgo y garantizar alimentos cada vez más seguros, aunque para lograr que las partes implicadas puedan entender las decisiones derivadas es necesario un esfuerzo en comunicarse con estos grupos, como los consumidores, desde el inicio del proceso de evaluación. Involucrar a los interesados en el proceso y resolver los posibles conflictos son aspectos necesarios. Es importante no olvidar que la comunicación debe realizarse de acuerdo a las necesidades del público objetivo y no a las necesidades de la fuente de información, pero de igual forma debemos garantizar la información correcta que permita el juicio crítico y la gestión adecuada de los riesgos.

La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) acaba de reeditar la guía de directrices en comunicación de riesgos «When Food Is Cooking Up a Storm – Proven Recipes for Risk Communications«, lo que podríamos traducir literalmente como Cuando los Alimentos están Cocinando una Tormenta – Recetas Probadas para la Comunicación de Riesgos. Esta guía es un esfuerzo de colaboración del Advisory Forum Communications Working Group (AFCWG), red existente entre la EFSA y las agencias nacionales de seguridad alimentaria, que tiene como objetivo promover la cooperación y la coherencia en la comunicación de riesgos, siendo estas directrices una herramienta importante para ayudar a lograrlo.

  EFSA guidelines 2015 Edition

Debido a los comentarios positivos sobre la utilidad de la primera edición de 2012 , así como el siempre cambiante paisaje de las comunicaciones, el AFCWG decidió actualizar regularmente estas directrices con estudios de casos actuales y recomendaciones sobre las mejores prácticas.

El objetivo de estas directrices es proporcionar un marco para la toma de decisiones sobre la comunicación más apropiada en una amplia variedad de situaciones que pueden ocurrir en la evaluación de los riesgos relacionados con la seguridad alimentaria en Europa.

“La comunicación de riesgos no debe ser visto como un intento de convencer o persuadir a la gente a adoptar el criterio del comunicador sobre la tolerancia o la aceptabilidad de los riesgos, sino un intento de ayudar a hacer juicios más informados sobre los riesgos a los que se enfrentan en sus propias vidas”

Ortwin Renn (EFSA’s Advisory Group on Risk Communications) nos indica en el prefacio de esta guía como el objetivo último de la comunicación de riesgos es ayudar a las partes interesadas, los consumidores y el público en general a comprender la razón de ser de una decisión basada en el riesgo, de modo que puedan llegar a un juicio equilibrado sobre el asunto en cuestión en relación con su propios intereses y valores. Es decir, la comunicación de riesgos no debe ser visto como un intento de convencer o persuadir a la gente a adoptar el criterio del comunicador sobre la tolerancia o la aceptabilidad de los riesgos, sino un intento de ayudar a hacer juicios más informados sobre los riesgos a los que se enfrentan en sus propias vidas. Además, la comunicación eficaz de los riesgos es una prerrogativa fundamental para tomar parte activa en la discusión sobre riesgos, y en particular, sobre riesgos alimentarios. Estar bien informados y conscientes de los riesgos de los alimentos también es de suma importancia para todos los programas de participación con objeto de diseñar y dar forma a las regulaciones y estándares.

La EFSA insiste en que la comunicación de riesgos eficaz puede hacer una contribución decisiva en el éxito de un programa integral y responsable de gestión de riesgos. A través de la comunicación de riesgos eficaz se puede:

  1. Asegurar que los consumidores son conscientes de los riesgos asociados a un producto y por lo tanto utilizan o consumen de forma segura
  2. Fomentar la confianza pública en las decisiones de evaluación y gestión adecuada de riesgos  y las consideraciones de riesgo / beneficio asociado
  3. Contribuir a la comprensión del público sobre la naturaleza del riesgo en los alimentos y las normas que garanticen la seguridad alimentaria
  4. Dar una información veraz, precisa y adecuada, por lo que los consumidores pueden elegir entre una variedad de opciones que pueden satisfacer sus propios criterios «de aceptación del riesgo».

Sergio González Domínguez

Servicio de Informática y Comunicación
Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (VISAVET)
Universidad Complutense de Madrid

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2 comentarios

  1. Muy interesante la entrada. Sin duda hace falta mejorar la comunicación en situaciones de crisis, no solo las alimentarias.

  2. Buen post! desde luego es importantísimo formar en comunicación de riesgos para prevenir riesgos mayores. ¿Serían las redes sociales apropiadas para este tipo de comunicaciones?

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