El observatorio de Calar Alto: presente y … un gran futuro

 

Ayer se celebró una jornada científica en el observatorio de Calar Alto, el mayor en la Europa continental y referente de la astronomía española y europea, y que pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas y a su homólogo alemán, el MPG. Durante las diferentes presentaciones quedó claro no solo que el observatorio se encuentra en su mejor momento de producción científica, sino que le espera un brillante futuro cuando llegue la nueva instrumentación que ya está en proceso de integración y verificación.

 

Jesús Aceituno, subdirector, explicando detalles del funcionamiento del observatorio. Francisco Trigueros, Secretario General de Universidades, Investigación y Tecnología de la Junta de Andalucía, junto a a delegada en Almería de la consejería de Economía, Innovación Ciencia y Empleo, Adriana Valverde. Al fondo, se puede apreciar el foco Cassegrain del telescopio de 3.5m. El espejo primario pesa más de 12 toneladas y la estructura más de 200, estando tan bien equilibrada que se puede mover con el impulso de la mano.

Calar Alto ha sido la cuna, junto a los observatorios de las Islas Canarias, de varias generaciones de astrónomos: una palanca esencial que ha permitido que esta disciplina se haya desarrollado desde prácticamente la no existencia hasta unos niveles, permitidme decirlo, astronómico. Después de todo, la Astronomía y la Astrofísica españolas se acercan al 5% (y subiendo) de la productividad mundial, muy por encima de cualquier otra disciplina, y tienen unas conexiones directas con el desarrollo tecnológico y con el tejido empresarial, fomentando una economía más competitiva y de calidad.

 

Ayer, en Calar Alto, se presentaron los resultados del proyecto Califa, un cartografiado de cientos de galaxias relativamente próximas que se ha realizado (la toma de datos está a punto de terminar) con el instrumento PMAS, proyecto liderado por Sebastián Sánchez, que desafortunadamente ha tenido que emigrar a México al no poder estabilizarse en España. Quisiera recalcar que la combinación del espectrógrafo de campo integral PMAS con el telescopio de 3.5 metros de diámetro, que tiene 30 años pero que ha sido actualizado hace relativamente poco, no tiene parangón en todo el mundo. Su nicho es único. Enrique Pérez, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía nos condujo a una fascinante viaje por la formación estelar extragaláctica usando el hidrógeno y el oxigeno (ie, los elementos del agua) como representantes de la evolución química. Una magnífica aventura que todavía no ha terminado, dada la altísima tasa de publicaciones que esté proyecto está generando. Califa, indudablemente, se benefició de la experiencia adqurida por otro mapeado cosmológico, ALHAMBRA, cuyos impresionates resultados también han sido presentados hace poco.

 

Pero el futuro pasa por el uso intensivo del nuevo espectrógrafo óptico-infrarrojo Carmenes, que se está integrando en el IAA, Granada,  y en el MPIA, Heidelberg. Esté pionero espectrógrafo está diseñado para detectar y caracterizar planetas tipo terrestres que orbiten alrededor de estrellas de baja masa. Planetas que potencialmente estarían en la franja conocida como zona de habitabilidad, en la cual es el gua puede encontrarse en estado líquido. La búsqueda se prolongará hasta finales del 2018 y, al igual que Califa, estoy seguro que los resultados serán impresionantes.

 

Pero en Calar Alto existen más proyectos científicos y tecnológicos. Se sigue explotando de manera muy efectiva en espectrógrafo CAFÉ para, entre otras cosas, complementar los datos del observatorio de espacial Kepler, de la NASA, y caracterizar exoplanetas. CAFÉ es el primer instrumento construido por el observatorio por Sebastián Sánchez y Jesús Aceituno (ahora subdirector del centro) y es un verdadera caballo de batalla del telescopio de 2.2m, una verdadera joya que está permitiendo unos resultados muy impactantes, como claramente indica la medida de la rotación de Saturno, la identificación de un planeta a punto de ser engullido por su estrella o el hallazgo del planeta más pequeño (más que Mercurio). Y dentro de unos meses llegará la cámara infrarroja PANIC, que tendrá poca competencia en el hemisferio norte. 

 

El claro apoyo de la Junta de Andalucía, mostrado con la presencia de Francisco Triguero, Secretario General de Universidades, Investigación y Tecnología de la Junta de Andalucía y su inequívoco discurso; la implicación del CSIC mediante su instituto de referencia IAA (José Manuel Vílchez, director, ha sido un sostén permanente); y la financiación ministerial a multitud de proyectos (Jordi Torra, gestor de la Red de Infraestructuras de Astronomía del Ministerio de Economía y Competitividad, es un claro testigo), dejan patente que este impresionante observatorio tiene, a pesar de todo, un gran futuro por delante.

 Nota de prensa del IAA

 

Compartir:

Un comentario

Deja un comentario