Buscando puntos de encuentro en la investigación del envejecimiento

Como siempre mirándolo de una forma positiva, la humanidad ha conseguido uno de sus mayores logros como sociedad y no es otro que el incremento de la esperanza de vida que prácticamente se ha duplicado a lo largo del siglo XX y de la que aún, en nuestros días, no se conoce el “techo” de ese crecimiento. Nuestra sociedad se enfrenta ante una situación sin precedentes, donde la mayoría de seres humanos (al menos en las sociedades occidentales) podrían tener una larga vida, enfrentándonos ante una nueva “sociedad longeva”.

Para intentar dar respuestas a este “magnífico” reto, esta semana prestigiosos investigadores y gestores de distintas disciplinas y ámbitos de la sociedad, han debatido y tratado de encontrar puntos de encuentro y aportar soluciones científicas al reto de afrontar trayectorias vitales más longevas y saludables desde campos interdisciplinares tan diversos como la biología, demografía, política o el urbanismo en un curso organizado los días 5 y 6 de Septiembre por la Fundación General CSIC y desarrollado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander.

La vicerrectora de Postgrado e Investigación de UIMP, Francisca G. Caballero, el presidente del CSIC, Emilio Lora-Tamayo, el director General de la Fundación General CSIC, Miguel García Guerrero, y la científica titular del CSIC y Directora del encuentro, María Dolores Puga han inaugurado el encuentro titulado “Una mirada interdisciplinar a la investigación sobre envejecimiento.

Lo más destacado ha sido la perspectiva interdisciplinar con el que se ha enfocado este encuentro, de tal manera que no se buscaba tanto desarrollar una temática concreta y muy específica sino abordar el reto del envejecimiento debatiendo desde distintas disciplinas científicas y técnicas y comprobar que existe un abanico importante de ámbitos de trabajo común, y que esta interrelación es necesaria pero también necesita de esfuerzos por parte de la comunidad científica y gestora para salvar esas barreras.

En este sentido varios ponentes destacaron esa necesidad de interdisciplinariedad mediante la reorientación e integración de las ciencias sociales y demográficas con las ciencias de la vida, como fue el caso de la conferencia inaugural del Profesor de sociología de la Universidad de Wisconsin-Madison , Alberto Palloni que planteó dos preguntas clave sobre la longevidad humana y el gran reto de abordar las respuestas, como son los límites de la esperanza de vida humana y las desigualdades sociales de la mortalidad e introdujo en este segundo ámbito de la investigación un concepto innovador como es la demografía de la microbiota y cómo influye en la longevidad humana.

Otras líneas de investigación que se mencionaron a lo largo del evento fueron la Biodemografía como ejemplo de respuesta interdisciplinar al estudio de la dinámica de las poblaciones mediante un enfoque integrador entre la Genética, Biología y Demografía.

Durante todo el encuentro se ha presentado una visión transversal sobre el reto del envejecimiento que trae consigo muchos interrogantes, pero sobre todo nuevas oportunidades, que con más y mejor investigación interdisciplinar, debe facilitar su aprovechamiento para la sociedad.

Se ha puesto de manifiesto la necesidad de encontrar un lenguaje científico común entre las distintas disciplinas que abordan el envejecimiento para entenderse mejor y la colaboración para la armonización, accesibilidad y mayor transparencia de las fuentes de datos a partir de las cuales los científicos y gestores desarrollan sus proyectos con ese necesario impacto social.

Otro de los aspectos mencionados es la certeza que la sociedad es cada vez más heterogenea y muestra una pluralidad más creciente que presenta cohortes de población “senior” mucho más diversa que en épocas anteriores, con diferentes experiencias de vida que obligan a personalizar mucho más las soluciones que aborden el reto del envejecimiento y que necesitan una investigación más longitudinal y tener en cuenta las trayectorias y proyectos vitales de cada persona.

A grandes rasgos algunos otros ámbitos destacados en el encuentro han sido los relativos a la importancia que se debe dar al propio entorno social, no sólo lo relativo al propio individuo, a las relaciones intergeneracionales, a proveer de entornos integradores y a la inversión social de tal manera que el envejecimiento no se vea como una competencia entre generaciones sino que sea una suma de experiencias. Además, se ha puesto el acento en el planteamiento de las distintas investigaciones sobre nuestra sociedad longeva sin olvidar los aspectos más humanos del propio individuo como son las emociones, la soledad, la psicología, el propio proyecto de vida del individuo, el cuidado y el concepto del “cuidadano”, en definitiva, como nuestra sociedad “senior” puede seguir sintiéndose útil y vivir más años saludables.

 

 

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