¿El barrio puede influir en la salud cognitiva de nuestros mayores?

La demencia es una causa importante de pérdida gradual de memoria y una de las enfermedades neurodegenerativas que causan una gran dependencia sobre todo en la población mayor. Actualmente no existen tratamientos eficaces para curar la enfermedad, por lo que es importante identificar posibles factores de riesgo que puedan ser modificables. Existe evidencia de que las condiciones sociales, económicas, culturales y físicas en las que viven los seres humanos pueden afectar a su salud. Un estudio reciente publicado en la revista Neurology, pretende determinar si esas condiciones del entorno cercano y los vecindarios, pueden condicionar o influir de alguna manera en el aumento del riesgo de neurodegeneración y deterioro cognitivo asociado con las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer y la demencia.

Para el estudio, los investigadores identificaron aproximadamente a 600 personas de otros dos estudios más amplios de residentes en Wisconsin (EE.UU.). Los participantes tenían una edad promedio de 59 años y no tenían problemas de memoria asociados al comienzo del estudio, aunque el 69% tenía antecedentes familiares de demencia. Esta muestra de población fue seguido durante un periodo de 10 años.

Los participantes se sometieron a una resonancia magnética cerebral inicial y luego exploraciones adicionales cada tres a cinco años. Con cada exploración, los investigadores midieron el volumen en áreas del cerebro relacionadas con el desarrollo de la demencia y el Alzheimer. Los participantes también realizaron pruebas cognitivas y de memoria cada dos años, incluidas pruebas que midieron la velocidad de procesamiento, la flexibilidad mental y la función cognitiva.

Los investigadores utilizaron la dirección residencial de cada participante y un indicador denominado «Area Deprivation Index» para determinar si cada participante vivía en un vecindario favorecido o desfavorecidoLos barrios en el índice están determinados por áreas censales de unos 1.500 residentes. El índice incorpora información sobre las condiciones socioeconómicas de cada barrio y sus residentes, clasificando los barrios en base a 17 indicadores que incluyen ingresos, empleo, educación y calidad de la vivienda.

De todos los participantes, 19 personas vivían en el 20% de los barrios más desfavorecidos de su estado y 582 personas vivían en el 80% de todos los demás barrios. Las personas del primer grupo fueron emparejadas posteriormente de uno a cuatro con las personas del segundo grupo por raza, sexo, edad y educación y se procedió a su comparación.

Al comienzo del estudio, no hubo diferencia en el volumen del cerebro entre las personas que vivían en los barrios más desfavorecidos comparado con las de otros barrios. Pero al final, los investigadores encontraron señales de disminución del tamaño cerebral en zonas del cerebro asociadas con la demencia en aquellos individuos localizados en vecindarios más desfavorecidos, mientras que no se observó disminución cerebral en el otro grupo. Los investigadores también encontraron una mayor tasa de disminución en las pruebas que miden el riesgo de enfermedad de Alzheimer.

Estos hallazgos sugieren que una mayor vigilancia por parte de los proveedores de atención médica para detectar los primeros signos de demencia puede ser particularmente importante en esta población más vulnerable. Algunas posibles causas de estos cambios cerebrales pueden incluir la contaminación del aire, la falta de acceso a dietas más saludables, menor atención médica periódica y exposición a mayor número de eventos vitales estresantes. La investigación adicional sobre posibles vías sociales y biológicas puede ayudar a los médicos, investigadores y gestores a identificar vías efectivas para la prevención e intervención en la incidencia de Alzheimer en la población.

Cabe mencionar que este estudio muestra algunas limitaciones entre las que se incluyen, una pequeña cantidad de participantes de vecindarios muy desfavorecidos y un entorno geográfico limitado. Los estudios futuros deberían involucrar a grupos de personas más grandes y diversos durante períodos de tiempo más prolongados, para refrendar estas conclusiones.

Referencia: Jack F.V. Hunt, Nicholas M. Vogt, Erin M. Jonaitis, William R. Buckingham, Rebecca L. Koscik, Megan Zuelsdorff, Lindsay R. Clark, Carey E Gleason, Menggang Yu, Ozioma Okonkwo, Sterling C. Johnson, Sanjay Asthana, Barbara B. Bendlin, Amy J.H. Kind. Association of Neighborhood Context, Cognitive Decline, and Cortical Change in an Unimpaired CohortNeurology, 2021; 10.1212/WNL.0000000000011918 DOI: 10.1212/WNL.0000000000011918

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7 comentarios

  1. Sobre el entorno que rodea a un paciente es prioritariamente uno de los factores responsables de la aparicion de la demencia en algunos casos especificos de algunas enfermedades.

  2. No se cuanto de influencia tendrá el barrio donde se ha desarrollado la niñez y juventud, pero les puedo decir por proximidad que casi todos los niños/muchachos/hombres de mi barrio, de procedencia muy humilde, han prosperado en su juventud y madurez; lo digo en comparación con otros jovenes de otros barrios. Soy del barrio de Salamanca en Madrid y esto lo se a decir de otro vecino de mi edad que al ser dueño de un taller mecánico de automóviles ha visto pasar a todos los jovenes de su generación, y me comentaba un día que todos los que hebíamos sido compañeros de colegio, despues obreros, finalmente habíamos terminado siendo patronos o en puestos de responsabilidad.

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