La composición de la microbiota intestinal podría ayudar a ralentizar el proceso de envejecimiento

Retardar el proceso de envejecimiento podría ser posible algún día mediante suplementos alimenticios derivados de las bacterias intestinales. Con esta estrategia es cómo un grupo de investigadores del Baylor College of Medicine de la Universidad de Texas hacen una hipótesis sobre cómo luchar contra el envejecimiento después de haber identificado genes y compuestos bacterianos en gusanos C. elegans que promueven la supervivencia de ciertos tumores y la acumulación de la proteína beta amiloide, un compuesto asociado con la enfermedad de Alzheimer.

La comunidad científica es cada vez más consciente de que las interacciones de nuestro cuerpo con los millones de bacterias y microbios, el microbioma, pueden influir en muchas de nuestras funciones fisiológicas, que van desde las actividades cognitivas y metabólicas hasta el proceso de envejecimiento.

Este planteamiento en la investigación es difícil de explorar en los mamíferos debido a una gran cantidad de barreras técnicas, por lo que los investigadores dirigieron sus investigaciones hacia un modelo animal como es el gusano de laboratorio C. elegans, un organismo transparente, simple que es tan pequeño como una cabeza de alfiler y comparte características esenciales con la biología humana. Durante su vida útil de 2 a 3 semanas, el gusano se alimenta de bacterias, se convierte en un adulto, se reproduce y envejece progresivamente, pierde fuerza, salud y muere. Muchos laboratorios de investigación de todo el mundo, trabajan con C. elegans para aprender sobre los procesos biológicos básicos en un tiempo relativamente corto.

Prueba con miles de genes bacterianos

Para estudiar el efecto de los genes bacterianos individuales en la vida del modelo animal de C. elegans, los científicos emplearon una biblioteca de deleción génica completa de la bacteria E. coli con cerca de 4.000 genes. En el experimento, se alimentó a C. elegans con las bacterias de E. Coli y luego se observó su desarrollo. De los cerca de 4.000 genes bacterianos que se probaron en la alimentación dirigida de los gusanos, se comprobó que cuando se suprimían ciertos «mutantes» bacterianos, se producía un aumento de la vida útil de los gusanos. También se observó una protección del crecimiento tumoral y la acumulación de la beta amiloide.

Los investigadores proponen que, sobre la base de estos resultados, podría ser posible en el futuro diseñar preparaciones de bacterias o sus compuestos que podrían ayudar a ralentizar el proceso de envejecimiento.

El ácido colánico mediador entre las bacterias y las mitocondrias

Curiosamente, en el mismo proceso experimental, los científicos descubrieron que el ácido colánico regula la dinámica mitocondrial, las estructuras que proporcionan la energía para las funciones celulares.

Estos hallazgos también son interesantes y tienen implicaciones desde el punto de vista biológico en la forma en que entendemos la comunicación entre el huésped y los microbios. Las mitocondrias parecen haber evolucionado a partir de bacterias que hace millones de años entraron en las células primitivas. Esta observación podría sugerir que los subproductos de las bacterias hoy en día todavía puede estar influyendo en la comunicación entre las mitocondrias en nuestros sistemas célulares. Los investigadores creen que este tipo de comunicación es importante tratar de entenderla completamente para ayudarnos a comprender a un nivel más profundo las interacciones entre los microbios y sus huéspedes y su potencial terapéutico durante el proceso de envejecimiento.

Referencia: Bing Han, Priya Sivaramakrishnan, Chih-Chun J. Lin, Isaiah A.A. Neve, Jingquan He, Li Wei Rachel Tay, Jessica N. Sowa, Antons Sizovs, Guangwei Du, Jin Wang, Christophe Herman, Meng C. Wang. Microbial Genetic Composition Tunes Host LongevityCell, 2017; 169 (7): 1249 DOI: 10.1016/j.cell.2017.05.036

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