Las pulgas son capaces de saltar distancias increíbles gracias a un ingenioso mecanismo biomecánico
El aparato locomotor de las pulgas les permite saltar a grandes distancias. Mientras la mayoría de los animales dependen de la contracción muscular directa para saltar, las pulgas han desarrollado un sistema elástico mucho más eficiente.
En sus patas traseras poseen un compuesto llamado resilina, una proteína elástica. En reposo, la pulga “carga” sus patas tensando la resilina como si fuera un muelle. Cuando se libera ese bloqueo, la energía acumulada se transforma en un salto explosivo. Las pulgas pueden llegar a impulsarse a una distancia equivalente a 200 veces su longitud corporal en una fracción de milisegundo.
Si las pulgas dependieran solo de ese músculo no podrían acelerar tan rápido, ya que sus fibras no generarían la potencia suficiente. El truco biomecánico detrás del salto es la combinación entre el almacenamiento de la energía en la resilina y su liberación súbita, un principio similar al de un arco recurvo.