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26/04/2010  
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Universidad Carlos III de Madrid
Ahora se ha asumido que tiene que haber una diferenciación en el mundo universitario

Elías Sanz es responsable del Grupo de Investigación de Laboratorio de Estudios Métricos de Información

La Universidad Carlos III posee una herramienta con la que medir la calidad de las universidades españolas. El Laboratorio de Estudios Métricos de Información (LEMI) evalúa la actividad científica de los centros universitarios, una herramienta de gran utilidad, "las universidades deben saber en qué estado están para plantearse unos objetivos", defiende el director del LEMI, Elías Sanz.

José Miguel Martín
Elías Sanz

El Laboratorio de Estudios Métricos de Información (LEMI), adscrito a la Universidad Carlos III de Madrid, se constituyó en 1997. Entre sus áreas de investigación hay que destacar la Bibliometría y la Cienciometría, disciplinas que evalúan las características de la actividad científica. Al frente del LEMI está Elías Sanz. "Las publicaciones científicas son indizadas en distintas bases de datos, en función de determinados aspectos como el tipo de investigación que transmiten, su área temática o su tipología documental", explica el director del Laboratorio. "Nuestro cometido es acceder a esas bases de datos para trabajar con los distintos campos de los registros bibliográficos (autor, título, fecha de publicación, institución, etc). Esto permite analizar la producción científica según diferentes niveles, como la realizada en un área temática, en una institución o en una región o país", relató el investigador.

En la actualidad, el LEMI lidera un proyecto de investigación realizado en colaboración con investigadores de las otras tres universidades que conforman, junto con la Universidad Carlos III, la Alianza 4U (Universidad Autónoma de Madrid, Universidad Autónoma de Barcelona y Universidad Pompeu Fabra). Este proyecto consiste en la evaluación de la actividad científica del sistema universitario español desde diferentes perspectivas, como son el número de profesores de cada universidad, el reconocimiento científico que recibe el profesorado, la actividad científica que realizan (medida ésta en publicaciones de impacto recogidas en bases de datos internacionales), la competitividad de las universidades, la transferencia tecnológica y la capacidad de formación de investigadores que presenta de cada institución. "Al evaluar la actividad científica, contabilizamos el número de documentos publicados en las bases de datos internacionales, medimos el impacto de esas publicaciones, la visibilidad que han tenido, analizamos la colaboración que se ha producido entre los investigadores, así como el medio en el que han sido publicados", contó Elías Sanz, coordinador del proyecto. Para medir el impacto de las publicaciones, el LEMI suma el número de citas recibidas por cada publicación y lo pondera por el número de documentos publicados. Se analizan también otros aspectos, como los hábitos de colaboración de los investigadores universitarios. "Vemos también si esas publicaciones han sido realizadas en colaboración y si ésta es nacional o internacional", apuntó Elías Sanz.

En relación con la transferencia, en el proyecto se estudia lo relacionado con innovación tecnológica. "Hemos analizado las empresas de base tecnológica que han creado las universidades españolas, así como el número de patentes que se han concedido a estas instituciones", desveló.

Por su parte, la capacidad competitiva de los centros universitarios se evalúa en base a los proyectos de investigación concedidos, tanto nacionales, como los obtenidos en convocatorias de los Programas Marco de la Unión Europea. Otro de los aspectos analizados en el proyecto es la capacidad formativa de las universidades. "En este sentido, consideramos las tesis defendidas, así como los becarios FPU y FPI asignados a las universidades". Otro aspecto importante es la capacidad de contratación en los programas Ramón y Cajal y Juan de la Cierva.

Medir la calidad de las universidades

"La evaluación científica ha entrado de lleno en el mundo universitario. Todas las instituciones académicas han asumido que existen diferencias entre ellas. Las universidades deben ser evaluadas para conocer la situación en la que se hallan, motivando de este modo la elaboración de propuestas de mejora y el planteamiento de nuevos objetivos", argumentó Elías Sanz, en defensa del trabajo que realiza el LEMI. "Hay que mirarlo por el lado positivo; es decir, unos resultados no muy buenos pueden ser el punto de partida para el incremento de la calidad", sugirió Sanz.

El LEMI ha recibido también dos subvenciones de la Comunidad de Madrid para sendos proyectos vinculados a la innovación tecnológica en dicha Comunidad. El equipo de Elías Sanz analizó cómo es la transferencia de tecnología a partir del análisis de las patentes.

En el primer proyecto se hizo un amplio análisis sobre las patentes concedidas a las universidades de la Comunidad de Madrid desde 2005 hasta 2008, concluyendo que la evolución en el número de éstas era creciente, a pesar de que su presencia todavía es escasa.

"En el segundo proyecto, nuestro trabajo fue analizar las patentes concedidas al CSIC desde 1995 hasta 2005 y comparar estos resultados con las patentes concedidas al mundo empresarial. Una conclusión interesante fue comprobar que el incremento experimentado por el número de patentes del CSIC fue superior al crecimiento experimentado por las empresas" explicó Sanz.

Para la elaboración de los proyectos, el grupo de investigación ha trabajado con las bases de datos INVENES, de la Oficina Española de Patentes y Marcas, y Derwent, a través de la plataforma Web of Knowledge.

En la actualidad, los investigadores del LEMI trabajan con científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México en el proyecto 'Consolidación del Laboratorio de Indicadores científicos en Ciencias Sociales y Humanidades'. "El objetivo es conocer cómo es la producción científica en estas áreas en México ante la escasa presencia de publicaciones sobre estas disciplinas en las bases de datos internacionales, muy sesgadas hacia la producción de países anglosajones y revistas de Ciencias Puras y Experimentales", concluyó Elías Sanz.

 

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