Juan José Vilatela García es Ingeniero Físico por la Universidad Iberoamericana (México) y doctor en Ciencia e Ingeniería de Materiales por la Universidad de Cambridge en 2009. Antes de incorporarse al Instituto IMDEA Materiales como Jefe del Grupo de Nanomateriales Multifuncionales hizo un post-doctorado en el Departamento de Materiales de la Universidad de Cambridge. Su investigación pre y post-doctoral se ha centrado principalmente en el desarrollo de una nueva fibra textil a base de nanotubos de carbono, actualmente en proceso de industrialización.

1.- Para empezar esta entrevista, nos gustaría conocer cómo nació su vocación científica ¿Cuándo y por qué decidió que quería ser científico?

Siempre me ha gustado aprender cosas nuevas, afortunadamente esta curiosidad la puedo usar todos los días en mi trabajo como científico. Sabía que quería estar cerca del conocimiento y eso me llevó poco a poco a la ciencia, pero en realidad estuve cerca de dedicarme al periodismo -ahora me doy cuenta que no era mi vocación-.

2.- ¿Cuál es su formación y trayectoria como investigador? ¿A qué instituciones ha estado vinculado hasta ahora?

La primera parte de mis estudios los hice en México (donde nací), comenzando coincidentemente en el Colegio Madrid, fundado por exiliados españoles en 1941. Durante los estudios de carrera en la Universidad Iberoamericana tuve la fortuna de trabajar con uno de los primeros investigadores en el área de nanotecnología y antiguo estudiante de Harold Kroto, premio nobel de química de 1996 por el descubrimiento del C60. Posteriormente en el 2005 me mudé a Inglaterra a hacer un doctorado en la Universidad de Cambridge, de nuevo en el área de nanomateriales. Además del doctorado hice un postdoc, trabajando con un nuevo material que me parece fascinante y que creo que va a ser la nueva generación de fibra de carbono.

3.- ¿En que circunstancias surgió la posibilidad de venir a trabajar a Madrid?

Recibí un correo con información sobre IMDEA y sobre una plaza para investigador joven. Yo tenía una oferta para otro postdoc en Cambridge pero estaba interesado en hacer investigación con más vínculos industriales y menos rigidez que en una universidad; en cuanto terminé de leer el correo del director supe que era una oportunidad única, afortunadamente IMDEA Materiales me aceptó.

4.- ¿Qué es lo que más le ha interesado del proyecto IMDEA y qué determinó su incorporación?

Me parece que el proyecto IMDEA reconoce que el marco en que se hace ciencia hoy en día es muy diferente del de hace unas décadas. Actualmente es fundamental poder trabajar con empresas, participar en proyectos transnacionales y poder contratar gente talentosa de diversos lugares del mundo. Las universidades tienen por definición un carácter formativo, y por lo tanto a veces se ven limitadas ante un panorama científico tan complejo y multifacético. Institutos como IMDEA complementan al mundo académico y llenan un hueco importante en el desarrollo científico de un país.

5.- ¿En qué líneas de investigación va a trabajar y qué resultados concretos espera alcanzar?

Mi interés científico se centra en los nanomateriales, en sus extraordinarias propiedades físicas y en los métodos para crear materiales macroscópicos a partir de estos. Uno de estos métodos es incorporarlos en compuestos tradicionales (por ejemplo reforzados con fibra de carbono) para mejorar sus propiedades térmicas, eléctricas y disminuir su permeabilidad. Espero que estas mejoras contribuyan a aligerar piezas en aerogeneradores, aviones y autos, y así reducir su huella ambiental. Otro método consiste en hacer una fibra continua a partir de nanotubos de carbono. Sus propiedades son totalmente novedosas, y estoy convencido que revolucionará el mundo de los compuestos.

6.- ¿Conocía España antes de su incorporación a IMDEA? ¿Qué es lo que más le gusta de Madrid?

Gracias a los fuertes vínculos entre México y España conocía muy bien este país antes de incorpórame a IMDEA, aunque únicamente como turista. De Madrid me encanta la gente, la comida, el clima, y en general el poder desenvolverse en una gran capital sin sentirse agobiado por los problemas típicos de las grandes urbes.