Proxima b: la vecina Terra
La estrella más cercana a nuestro Sistema Solar, Próxima Centauri, es una estrella fría que forma parte de un sistema estelar triple. Hace cuatro años, un equipo de investigadores detectó movimientos en esta estrella que sólo podrían atribuirse a un pequeño planeta de masa a similar a la Tierra, denominado Próxima b. Y no sólo eso, este planeta estaba situado en la zona de habitabilidad de Próxima Centauri, es decir, en una órbita ni muy lejana ni muy cercana a la estrella, de modo que el agua, de haberla, podría estar en forma líquida en su superficie. La información que se empleó para detectar esta señal correspondía a instrumentos de alta precisión. Y aunque la señal era inequívoca, había un problema: la estrella en sí corresponde a un tipo de estrellas que se caracterizan, entre otras cosas, por ser muy activas. Esto no significa que haga mucho ejercicio sino que sus campos magnéticos son muy intensos y complejos, produciendo manchas y zonas de actividad magnética en la superficie de la estrella que finalmente contaminan la señal que recibimos en nuestros instrumentos.