Arquitectura Verde: Distrito C de Telefónica

Atendiendo a la definición de desarrollo sostenible o sustentable como “el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”(Comisión Mundial del Medioambiente, 1998) y teniendo en cuenta que el 75% de la producción energética mundial se consume en las ciudades, la aplicación de criterios de ahorro energético en la edificación contribuye de manera considerable a la reducción de emisiones de efecto invernadero y consumo de combustibles fósiles. Si a la reducción en el consumo de energía añadimos la disminución del consumo de agua, papel o la generación de residuos, así como el impacto sobre el entorno, estaremos hablando de arquitectura verde. Esto es lo que ha pretendido, y seguramente conseguido, la Compañía Telefónica en el diseño y construcción de su nueva sede y que bautizado como “Distrito C, al utilizar en su construcción materiales reciclados y/o reciclables, cuidar el diseño, la orientación,  introducir energías renovables y sistemas de reciclado en el funcionamiento del mismo.

[Mª Jesús Marcos Crespo]

En cuanto a arquitectura destaca la fachada del edificio que está formada por dos paredes de vidrio (material reciclable indefinidamente) con  una cámara de aire que actúa como aislante térmico, lo que supone un ahorro energético de un 15% en invierno y un 34% en verano. Estos cristales además tienen infinidad de puntitos blancos que hacen que su aspecto desde el exterior sea opaco,  pero que, sin embargo, deja pasar la luz  por lo que el ahorro de electricidad en iluminación se estima en un 42%.

Con respecto a la generación de energía para autoconsumo los diferentes edificios están unidos por una enorme cubierta que cuenta con el parque fotovoltaico en techado más grande del mundo, 57.000 m² y 1.6000 paneles que proporcionarán 3.5 GWh anuales con 3 MW de potencia pico (el 20% del consumo energético del edificio) con el que se evitará la emisión de 1.600 toneladas anuales de dióxido de carbono. Los paneles fotovoltaicos contribuyen también a aislar térmicamente el edificio del exterior. La venta a  la compañía eléctrica IBERDROLA permitirá sufragar todos los gastos energéticos del edificio.

Con el fin de hacer más agradable el entorno, reducir la incidencia solar, aumentar la humedad ambiente y amortiguar la contaminación acústica, el complejo contará con gran cantidad de vegetación. Para reducir el consumo de agua, el edificio cuenta con unos sistemas de recogida de agua de lluvia que pueden captar  1500 m³ de agua  y que posteriormente se almacena en unos aljibes. Este agua, junto con las residuales previamente tratadas, se utiliza para regar el entorno ajardinado que, por supuesto, cuenta con un sistema de riego por goteo, lo que supone un ahorro de agua del 70%. 

Para el agua caliente sanitaria no requieren ningún aporte de energía ya que está se calienta en combinación con el sistema de aire acondicionado.

Siguiendo con la política de sostenibilidad y ahorro  y con el fin de reducir el consumo de papel se han tomado medidas tales como la reducción del número de impresoras y otras que les permiten cumplir con los parámetros de reciclaje que marca la certificación ISO14001.

Finalmente, y pensando en el transporte, ya que el edificio se encuentra a las afueras de Madrid y para facilitar el acceso de sus empleados en transporte público, un acuerdo con el Consorcio de Transportes de Madrid ha permitido que el metro llegue hasta el Distrito C.