La integración y diversificación de sistemas de almacenamiento de energía como clave del éxito para las fuentes renovables

‘Según los últimos informes y previsiones en cuanto a la tendencia que seguirá el mercado de la energía en las próximas décadas parece que, a pesar de que las energías renovables comienzan a tener una presencia
cada vez más significativa en el panorama energético, los combustibles fósiles seguirán siendo la fuente de energía predominante en las próximas décadas, sobre todo en el sector transporte. La justificación de esta tendencia puede encontrarse en argumentos como que las inversiones en la construcción de plantas de generación renovables son demasiado elevadas y los rendimientos aún son mejorables, por tanto sigue compensando la utilización de combustibles como el carbón, el petróleo o el gas natural.’

[Autora: Laura Sanz Rubio- Instituto IMDEA Energía]

Este argumento puede debilitarse si se apuesta por la integración de diversas tecnologías de almacenamiento con las fuentes renovables, de forma que la gestión de la producción y la demanda de energía pueda hacer posible un uso continuado de dicha energía renovable sin necesidad de apoyarse en otras fuentes de origen ‘menos limpio’.

La oferta en cuanto a sistemas de almacenamiento es amplia y variada, algunos de ellos vienen utilizándose desde hace años como el bombeo hidráulico, el almacenamiento por aire comprimido (CAES) o los volantes de inercia. Estos sistemas presentan un alto potencial para el almacenamiento masivo de energía y altos rendimientos pero tienen también grandes  inconvenientes como por ejemplo su emplazamiento, que impide la integración de estas tecnologías en núcleos urbanos.


Figura 1. Sistemas de almacenamiento de energía tradicionales: A) Volante de inercia [http://cleantechnica.com]; B) Bombeo hidráulico [http://ga.water.usgs.gov]; C) Almacenamiento por aire comprimido (CAES) [The Encyclopedia of Alternative Energy and Sustainable Living].

Afortunadamente, la investigación en el campo del almacenamiento de energía avanza de forma exponencial y muchas son las alternativas que se proponen. Un claro ejemplo de esta tendencia se observó el pasado mes de Mayo en el congreso internacional Innostock 2012, organizado por la Universidad de Lleida con la colaboración del ECES y del GREA, donde multitud de grupos de investigación provenientes de todas partes del mundo aportaron nuevos conceptos para el almacenamiento térmico, termoquímico y eléctrico principalmente.

La idea general que se puede extraer de la cantidad de propuestas presentadas en dicha conferencia es que no existe una tecnología única que pueda dar respuesta al gran problema del almacenamiento de energía, sino que cada una de esas nuevas tecnologías tiene aplicaciones concretas y es necesario el desarrollo de estrategias de integración de estos sistemas con las distintas tecnologías de generación en cada país, de forma que su instalación sea realmente rentable.

Figura 2. Ejemplos de arquitectura sostenible: A) Almacenamiento térmico en ‘Phase Change Materials’(PCM’s) en paredes y tejados [http://cnx.org]; B) Aire acondicionado/ calefacción por geotermia y paneles fotovoltaicos [http://lacasasostenible.blogspot.com]; C) Integración de paneles fotovoltaicos con almacenamiento en baterías de flujo para suministro eléctrico de la vivienda [http://energylab.eeng.dcu.ie].

Otra percepción importante es que nos encontramos ante una época de cambio, incluso me atrevería decir que ante una revolución energética. Poco a poco nos acostumbramos a ver dispositivos de generación renovables como paneles fotovoltaicos o sistemas de concentración solar en nuestras propias casas sin ser conscientes de que en un futuro próximo la arquitectura de los edificios y de las propias ciudades cambiará radicalmente para hacer posible la inclusión total de estas nuevas tecnologías en nuestra vida cotidiana. Para cumplir este objetivo, bajo mi punto de vista, es necesario llevar a cabo una importante labor de concienciación social con respecto al uso de la energía que tenemos en la actualidad.

Dado que es una época de cambio y experimentación, muchos serán los errores que se cometan y probablemente se realicen grandes inversiones que no reporten los beneficios esperados, pero es necesario que la sociedad y sobre todo los gobiernos sean comprensivos y confíen en las posibilidades de las energías renovables y los sistemas de almacenamiento para asegurar un futuro sostenible a las generaciones que están por venir.

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