Biorrefinería multifuncional: Múltiples bioproductos a partir de residuos de poda y limpieza de jardines. Proyecto BIO_LIGWASTE
Autor: Enrique Cubas-Instituto IMDEA Energía
La limpieza y poda de jardines genera una gran cantidad de residuos, llegando incluso a alcanzar valores de 1,5 kg/m2 de zona verde. Tradicionalmente, los residuos de poda y limpieza de jardines han terminado depositados en vertederos o se han destinado a la producción de compost o material bioestabilizado, los cuales tienen un bajo valor añadido y un mercado muy reducido. Por ello, una atractiva alternativa para el aprovechamiento de este residuo rico en materia orgánica es la producción de biocombustibles y bioproductos de alto valor añadido en una biorrefinería.
En ese contexto, el objetivo del proyecto BIO_LIGWASTE es estudiar la valorización de los residuos generados en la limpieza de parques y jardines para producir bioetanol y otros bioproductos como el ácido láctico y el bio-oil.
Debido a la naturaleza recalcitrante de esta biomasa, es necesaria la aplicación de un pretratamiento en el proceso de producción. Como resultado del pretratamiento, se genera una fracción sólida que contiene la celulosa y la lignina, y una fracción líquida rica en xilosa y compuestos de degradación. La fracción celulósica del material se aprovechará para la producción de bioetanol a través de un proceso de fermentación alcohólica. Para ello, las levaduras consumirán la glucosa liberada en la hidrólisis enzimática por la acción de las enzimas celulolíticas. A la fracción de lignina, la cual no es fermentable, se le aplicará un tratamiento de pirólisis rápida catalítica para la obtención de un bio-oil. Por otro lado, la fracción hemicelulósica rica en xilosa, se empleará en la producción bacteriana de ácido láctico.
El bioetanol lignocelulósico presenta una reducción neta de emisiones de CO2 respecto a los carburantes de origen fósil y a los biocombustibles procedentes de materias amiláceas y azucaradas. Además, su producción no supone competencia en el uso del suelo y recursos agrícolas con el mercado alimentario. Este combustible es compatible con las infraestructuras actuales y su adición para la formulación de mezclas con gasolina es muy recomendable e incluso está legislado como obligatorio en ciertos países. El bio-oil se puede emplear como biocombustible y como fuente de productos aromáticos. Por último, el ácido láctico presenta un gran interés en la actualidad debido a sus múltiples aplicaciones. Se utiliza como conservante en la industria alimentaria, como emulsificante en la industria farmacéutica y cosmética y, sobre todo, como building block para la producción de sustancias químicas y de materiales biodegradables como el ácido poliláctico.
Como promueve el programa RETOS-COLABORACIÓN del Ministerio de Economía y Competitividad, en el proyecto BIO_LIGWASTE se hace patente la cooperación entre empresas y centros públicos de investigación. Por ello, entre los integrantes del consorcio, se encuentran TETma (Técnicas y Tratamientos Medioambientales), coordinador del proyecto y empresa líder en el sector de gestión de Residuos Sólidos Urbanos; centreVERD, empresa dedicada al sector de la jardinería; CIEMAT, organismo público de investigación; e IMDEA Energía, centro de investigación del gobierno regional de la Comunidad de Madrid que realiza actividades de I+D relacionadas con la energía.
El éxito de este proyecto permitirá validar el concepto de biorrefinería multifuncional con residuos de poda, además de la puesta a punto de un sistema de tratamiento de residuos capaz de procesar 10.000 toneladas al año, generando energía limpia y materiales avanzados.