Discriminación por edad en los ensayos clínicos

El consumo de fármacos entre la población de mayor edad es elevado por razones obvias. Cabe pues preguntarse por qué se excluye a este grupo de edad de los ensayos clínicos de medicamentos. El proyecto PREDICT («Fomento de la participación de la tercera edad en los ensayos clínicos»), financiado con fondos comunitarios, se ha propuesto averiguar el motivo y está elaborando un manifiesto contra la discriminación de la población anciana en los ensayos clínicos. El proyecto ha recibido financiación por valor de más de 750.000 euros a través del tema Salud del Séptimo Programa Marco (7PM).

Expertos en sanidad señalan la importancia de comprobar la eficacia y seguridad de los fármacos, especialmente teniendo en cuenta el envejecimiento que experimenta la sociedad europea. En los ensayos clínicos de medicamentos se deberían contemplar aspectos determinantes como sus efectos en las personas mayores en lo que se refiere, por ejemplo, a alteraciones metabólicas.

Los socios del proyecto PREDICT, coordinado por el «Centro de Investigación y Economía Médica de Sheffield» (MERCS, Reino Unido), destacan que los resultados de los ensayos realizados con grupos de población de menor edad no siempre pueden extrapolarse a los de mayor edad. Consideran que la tercera edad debería disponer de fármacos cuya eficacia y seguridad para su grupo de edad haya sido demostrada.

Este consorcio, compuesto por once socios, está analizando en qué medida se ha excluido a la tercera edad de dichos ensayos. Los investigadores han observado, por ejemplo, que la media de edad de los pacientes que participan en ensayos clínicos de tratamientos antihipertensivos es de 63 años, a pesar de que el 44% de las personas a las que se diagnostica esta patología por primera vez ya han cumplido 70 años.

Para realizar este estudio se entrevistó a expertos en sanidad de nueve países y se organizaron cincuenta grupos de reflexión integrados por personas mayores y sus médicos. Según se indica en los resultados, tanto los pacientes como los médicos se mostraron a favor de la inclusión de este grupo de edad en los ensayos clínicos.

Según declaraciones a la BBC del Dr. Gary Mills, director del MERCS, «si no se tiene en cuenta al sector de población de mayor edad en la evaluación de los tratamientos, difícilmente pueden los médicos sopesar los posibles riesgos y beneficios para este colectivo».

El Dr. Mills opina que deben plantearse ajustes de carácter práctico en aquellos ensayos clínicos en los que participen personas mayores. Por ejemplo, es probable que los investigadores responsables de los ensayos tengan que llevarlos a cabo en el domicilio de los participantes, en lugar de hacer que éstos acudan al centro de ensayos clínicos.

El proyecto PREDICT cuenta con el apoyo de la Sociedad Británica de Geriatría, cuyo representante, el profesor David Oliver, señaló que el hecho de que la población anciana estuviese poco representada en los ensayos clínicos era un «grave problema». En palabras del profesor Oliver, «los médicos intentan practicar la medicina factual, tarea que resulta imposible si no participan suficientes personas mayores en los ensayos». Además, añadió, realizar los ensayos con personas más jóvenes puede resultar más sencillo, pero ello podría acarrear graves consecuencias para la población de mayor edad.

Según declaraciones al Financial Times del profesor Peter Crome, ex presidente de la Sociedad Británica de Geriatría, «los ensayos clínicos que aportan datos para determinar los riesgos y beneficios de los fármacos para la tercera edad son mucho menos frecuentes que los que se refieren a personas jóvenes», a lo que añadió que se trata de una forma de discriminación por edad.

El proyecto PREDICT está integrado por investigadores de República Checa, Israel, Italia, Lituania, Países Bajos, Polonia, Rumanía, España y Reino Unido.

Para más información, consulte:

PREDICT:
http://www.predicteu.org/

Fuente: Cordis