La brecha de género también se refleja en el aeropuerto

Bianchi Méndez

A raíz de la celebración del 11 de febrero, están apareciendo artículos para la reflexión sobre el papel de las mujeres en el ámbito científico, prácticamente en todos los medios. Conceptos como la brecha de género o el techo de cristal ya no son tan ajenos en nuestra sociedad. Se agradece el esfuerzo de numerosas agrupaciones y sociedades que contemplan unidades de género y organizan actos, promueven iniciativas y proyectos de muy diversa índole, para visibilizar a las mujeres en las áreas de ciencia y tecnología.

Pues bien, hoy me gustaría trasladar a este Blog, un hecho experimental fácilmente constatable sobre la minoría de las mujeres en puestos de gestión y responsabilidad en ciencia. Se trata de las pocas mujeres que se encuentran en vuelos/trenes de días laborables. Puede que sea algo anecdótico, pero creo que refleja esa brecha de género mencionada y sobre todo el techo de cristal.

No sé si se dispone de estadísticas, seguramente las compañías las tengan, pero desde luego, cuando se mira la fila de pasajeros que embarcan en un vuelo un martes, por ejemplo, a primera hora de la mañana en Madrid con destino a otra ciudad europea, nos encontramos con que la mayoría son hombres “de negocios”, en grupos o solos, y la representación femenina es claramente muy escasa.

Decía que esto es una demostración del hecho que las mujeres somos minoría en puestos de gestión, que conllevan reuniones con colegas de otras instituciones y países. Ver por ejemplo: “Las mujeres siguen siendo minoría en puestos de gestión de la ciencia”. Es habitual que los miembros de la comunidad científica tengamos que desplazarnos como consecuencia de la gestión de proyectos, colaboraciones con otros grupos de investigación, difusión de la actividad investigadora en congresos, conferencias o cursos, etc. Cabe mencionar, que hay más representación de colegas latinoamericanas y asiáticas que europeas, en general. Y entre las europeas, la presencia femenina es mayor en países del entorno mediterráneo.

En resumen, la brecha de género se puede poner de manifiesto en entornos cotidianos, como es el ajetreo de un aeropuerto.


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