Sobre la aprobación y firmeza del Deslinde

Conviene recordar en estos tiempos económicamente convulsos para casi todos, que en materia de vías pecuarias, el respeto empieza por el deslinde y termina por el amojonamiento. Cuando el intruso potencial observa el mojón, primero se acerca y comprueba que es real, luego duda, se queja, se lamenta, pero finalmente respeta “la piedra”.