Los premios, casi siempre, son bien recibidos por aquellas personas que conocen la trayectoria y los méritos del afortunado o afortunada, en este caso y desde mi punto de vista no hay duda, Jesús se lo merece. A Jesús Garzón tuve la ocasión de tratarlo más de cerca con motivo de la organización del I Congreso Nacional de Vías Pecuarias, donde puso de manifiesto sus dotes y cualidades al servicio de la defensa del bien público, en la citada ocasión el motivo era la red estatal de vías pecuarias.

Desde aquí queremos aprovechar la ocasión para resaltar la defensa y conservación bien entendida de los últimos reductos o espacios naturales, así como la de otros muchos espacios singulares públicos que jalonan la Península Ibérica y que por unas u otras razones corren el peligro de desaparecer o transformarse en los «cajones de satre del siglo XXI».

Entendemos que es una buena oportunidad para celebrar y recordar que Jesús Garzón junto a José Manuel Mangas Navas, Julio Martín Casas, Franciso Alenza García, Antonio Gómez Sal, Alonso Álvarez de Toledo, Pedro García Martín y demás compañeros integrantes del comité técnico que organizó el citado congreso, hemos sentido su reconocimiento como muy próximo. Por tanto, enhorabuena Jesús.

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