Energía Osmótica o Energía Azul

Cuando se pone en contacto agua dulce y agua marina, por ejemplo en la desembocadura de un río, se liberan grandes cantidades de energía. Esta energía tiene su origen en un fenómeno natural de ósmosis y por ello recibe el nombre de energía osmótica, aunque también se ha adoptado el término más comercial de “energía azul”.

Autor: [Gabriel Morales, Universidad Rey Juan Carlos]

 Donde el río se encuentra con el mar

En una planta de producción de electricidad a partir de energía osmótica se alimenta agua dulce y agua de mar a dos cámaras separadas por una membrana. La sal del agua marina hace que el agua dulce atraviese la membrana, generando un incremento de la presión en el lado del agua de mar. Se estima que dicha presión es equivalente a una columna de agua de 120 metros, similar a un salto de agua de grandes dimensiones, y por tanto puede utilizarse en una turbina para generar electricidad. Al contrario que otras energías renovables, como la solar o la eólica, la energía osmótica no se vería afectada por fluctuaciones climáticas y produciría electricidad de forma continua y predecible.

Las plantas de energía osmótica pueden construirse en cualquier sitio en el que haya una corriente de agua dulce fluyendo al mar, siempre que la concentración de sales sea suficientemente alta. De hecho, la mayoría de las desembocaduras de ríos del mundo serían localizaciones potenciales, incluso aunque unos ríos necesiten un mayor acondicionamiento del agua que otros.

 Potencial enorme

El potencial mundial global se estima en 1.600-1.700 TWh, equivalente aproximadamente al 50% de la generación eléctrica total de la UE hoy día. Por tanto, la energía osmótica podría contribuir de forma importante a un futuro mix de energía renovable.

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Energía limpia

En todo el mundo, los ríos fluyen al mar en áreas urbanas e industriales en las que sería factible construir plantas de energía osmótica. Se estima que una planta con el tamaño de un estadio de futbol podría suministrar electricidad a alrededor de 30.000 hogares europeos. Además, este tipo de plantas podrían construirse bajo tierra, por ejemplo en los sótanos de un edificio industrial o debajo de un parque, minimizando el impacto visual. Además, las plantas osmóticas no generarían emisiones ni a la atmósfera ni al agua.

 Prototipo de planta: empresa Statkraft

La empresa noruega Statkraft es pionera en este campo, habiendo puesto en marcha en 2009 la primera planta prototipo de este tipo de energía en Tofte, al sur de Oslo, localizada en un área industrial con una amplia disponibilidad de agua dulce y agua marina. Ambos tipos de agua son alimentados a la planta prototipo mediante tuberías equipadas con filtros para retener humus y partículas que podrían obstruir la membrana. El módulo de membranas es el corazón de la planta. La membrana utilizada es polimérica y se dispone enrollada en cilindros metálicos a presión. El prototipo tiene instalados unos 2.000 m2 de membrana. El resto de equipamiento se puede resumir en tuberías, válvulas y bombas para conducir el agua, una turbina Pelton para generar electricidad, intercambiadores de presión y sistemas de purificación del agua y de limpieza de las membranas. El prototipo se dimensionó para 10 kW y se espera que esté operativo unos 2-3 años. El área clave actualmente es el desarrollo de membranas más eficientes. La membrana usada inicialmente tenía una capacidad inferior a 1 W/m2, cuando el objetivo del prototipo es alcanzar valores de 5 W/m2. Según la empresa, la siguiente fase será la construcción de una planta piloto de 1-2 MW, para luego construir una planta osmótica a gran escala (con estimaciones de que podría ponerse en marcha en 2015).

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