LOS TRUCOS DE MAGIA Y LAS PATENTES

Indudablemente parecería que la mejor manera de proteger un truco de magia, a semejanza del ejemplo tantas veces citado de la fórmula de la Coca-Cola, es mantener la invención en secreto. Sin embargo, es un hecho que invenciones relacionadas con la magia han sido protegidas mediante patente desde el principio del sistema de patentes. Por ejemplo, en el nº 45 de MARCHAMOS ya se incluyó una patente del renombrado mago Houdini, en concreto sobre un traje de buceador que utilizaba en sus famosos trucos de “escapismo”.

En Estados Unidos es posible la protección mediante patente de los métodos intelectuales, juegos, etc. pero lo tradicional es que se protejan mediante patente algunos de los dispositivos empleados en trucos de magia. Por tanto, los aficionados al mundo mágico podrán recurrir a las patentes para desentrañar algunos de los trucos más conocidos. Si son expertos en la materia y la patente cumple el requisito de suficiencia de la descripción, serán capaces de reproducir el dispositivo y ejecutar el correspondiente truco. Incluso hay un símbolo de la Clasificación Internacional de Patentes dedicada a este tipo de artilugios, el A63J21/00:

Otro ejemplo es la patente sobre un dispositivo para “cortar una persona en dos”, de número US1458575 de 1921. Si bien se bloqueó la utilización del dispositivo durante un número de años, el ejercicio de los derechos exclusivos fue complicado y cuando la invención pasó al dominio público el inventor vio limitado considerablemente el tiempo durante el cual podría haber disfrutado de la exclusiva de haber utilizado el secreto para proteger la invención. 

Una patente muy antigua, de 1877 es la US187884, que tiene como objeto el denominado “efecto fantasma”o “Pepper’s ghost” en honor de su creador, John Henry Pepper, un efecto óptico que produce la impresión de que los objetos aparecen o desaparecen.

 También el dispositivo empleado en uno de los trucos más famosos de la historia, el del vuelo, ejecutado en numerosas ocasiones por el mago David Copperfield está patentado. Durante el truco, el mago parece volar sobre el escenario donde se encuentra rodeado por miembros del público, En concreto se trata de la patente norteamericana US5354238, donde se describe un “aparato de levitación” consistente en un arnés que se lleva en la cadera bajo la ropa y está sostenido por un dos grupos de alambres de un espesor de ¼ de milímetro. De este modo se obtiene un punto de equilibrio que permite realizar una gran variedad de movimientos mientras se está suspendido. La clave se encuentra en que los cables están suspendidos de un soporte muy complejo y controlado por un ordenador que mantiene en todo momento los cables en tensión y perpendiculares a la línea de visión del público de modo que nunca se cruzan. De ese modo permanecen invisibles para el público.

Por tanto, los documentos de patente son una importante fuente de información sobre dispositivos empleados para la ejecución de populares trucos de magia.

 

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4 comentarios

  1. Y yo que pensaba que David Copperfield realmente volaba en aquel espectáculo del palacio de deportes…….¡Qué me devuelvan el importe de la entrada!

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