El Gobierno cede a la presión y pacta mantener el pre-registro de renovables

Ahora sí, ahora no. El gobierno cede a la presión del sector energético renovable y anulará la petición de derogación de «pre-registro» aprobado la semana pasada en el senado. Esto quiere decir que no se hace nada y se dejan las cosas tal y como estaban. Y no es que se estuviese mucho mejor en la situación previa a esta iniciativa, pero en este caso, es peor el remedio que la enfermedad.

Estas cosas pasan en todos los sectores de la sociedad, ya sean científicos, tecnológicos e incluso sociales, donde la clase política no escucha las ideas y pretensiones de las personas directamente implicadas y que más saben del asunto en cuestión.

En teoría, si no hay sorpresas hoy en el Congreso, el pre-registro de renovables, ideado por Industria, seguirá existiendo. Este pre-registro se creó en el Real Decreto-Ley 6/2007 para ordenar el crecimiento de renovables. Todos los nuevos proyectos deben acudir a inscribirse a Industria. Si tienen la documentación en regla, les inscribirá (aunque se superen los objetivos marcados para 2010, por ejemplo, 20.155 megavatios en eólicas). Así podrán cobrar las primas actuales. Los que no estén inscritos, tendrán las nuevas primas que fije una futura legislación.

Para aquellas personas que no sean conocedoras del tema, está idea surgió desde el colectivo formado por CIU, PSOE y el Ministerio de Industria:

Tanto PSOE como CiU creen ahora que la iniciativa en el Senado fue «un mal paso». «Todos lo hemos complicado mucho», admitió a EXPANSIÓN el portavoz de economía de CiU en el Congreso, Josep Sánchez Llibre. «Oyendo al sector nos hemos dado cuenta de que queremos dar marcha atrás», reconoció.

Ahora no es cuestión de echarse la culpa unos a otros (aunque lo harán), sino de seguir buscando medidas que faciliten una mayor inclusión de la energía renovable en el mix energético nacional, cumpliendo de esta manera las perspectivas marcadas en las políticas energéticas.

Animo.

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