En torno a un 16% de la población adulta europea sufre un nivel de pérdida auditiva que afecta de forma negativa a su vida diaria. El impacto que esta limitación tiene en la vida de los afectados, puede complicar las relaciones sociales y así desembocar en depresión, ansiedad y aislamiento respecto del resto de la sociedad. Asimismo, quienes la padecen expresan en general un mayor nivel de insatisfacción en relación con las amistades, la familia, la salud y las finanzas.…