¿Puede la vitamina C reducir la incidencia de la COVID-19 en personas mayores?

Las dosis altas de vitamina C en estudios para tratar la COVID-19 pueden beneficiar a algunas poblaciones, pero los investigadores que exploran su potencial en el envejecimiento dicen que los factores clave en la efectividad incluyen los niveles del transportador natural necesario para que la vitamina entre en las células.

La edad, la raza, el sexo, así como los niveles de expresión y las variaciones genéticas de esos transportadores de vitamina C que los hacen menos eficientes, pueden ser los factores claves de la efectividad del uso de la vitamina C contra la COVID-19, según un grupo de investigadores del Georgia Center for Healthy Aging en un artículo publicado en la revista Aging and Disease.

La falta de inmunidad contra el coronavirus ha impulsado una búsqueda mundial de tratamientos efectivos contra la COVID-19, muchas de estas estrategias dirigidas a reutilizar medicamentos con perfiles de seguridad conocidos, incluida la vitamina C, para conseguir un refuerzo del sistema inmunológico y de la capacidad antioxidante del organismo, lo que ha convertido a este componente en una potencial opción lógica para explorar en el caso de la COVID-19. Ambas estrategias son necesarias en respuesta a la infección con el nuevo coronavirus para asegurar una fuerte respuesta inmune para evitar que el virus se replique en el cuerpo y al mismo tiempo evitar la respuesta inmune excesiva y destructiva que el propio virus puede generar.

Hay al menos 30 ensayos clínicos en curso en los que la vitamina C, sola o en combinación con otros tratamientos, se está evaluando frente a la COVID-19, algunos con dosis hasta 10 veces superiores a los 65 a 90 miligramos diarios recomendados de vitamina C.

Uno de los factores claves es determinar si la vitamina C puede ingresar o no a la célula, lo que probablemente determinará la efectividad de este tipo de terapias experimentales. De hecho, sin los transportadores adecuados en la superficie de una célula para que la vitamina soluble en agua traspase la capa lipídica de las membranas celulares, las dosis particularmente grandes pueden provocar efectos adversos al permitir que la vitamina se agrupe alrededor del exterior de las células donde puede favorecer el incremento de especies reactivas del oxígeno dañino, en lugar de ayudar a eliminar esos radicales libres, peróxidos, etc.

Los investigadores sospechan que la baja o alta expresión del transportador es un factor en la variedad de la eficacia obtenida en el uso de vitamina C en los diferentes ensayos clínicos en diferentes enfermedades. Por ejemplo aplicado a la osteoartritis, una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico mal dirigido ataca las articulaciones, han obtenido resultados poco concluyentes. Sin embargo, su uso en otros problemas inducidos por virus, como la sepsis potencialmente mortal, ha demostrado ser beneficioso para reducir la insuficiencia orgánica y mejorar la función pulmonar en el síndrome de dificultad respiratoria aguda, que también es una de las principales causas de enfermedad y muerte por la COVID-19.

Según estos investigadores, parte de la paradoja y la preocupación con la COVID-19 es que quienes están en mayor riesgo por edad u otras afecciones previas, tienen en su mayoría niveles más bajos de vitamina C antes de enfermarse y menos transportadores para permitir que la vitamina sea beneficiosa si se aumenta su nivel de ingesta. Destaca el hecho de que los niveles de transportadores se reducen con la edad y pueden ser un factor en la reducción de la función inmunológica que también suele acompañar al envejecimiento. Eso significa que incluso cuando tanto un joven de 20 años como una persona de 60, ambos con una dieta saludable en la que consumen cantidades similares y suficientes de vitamina C, la vitamina es menos eficaz para estimular la respuesta inmunitaria en el caso del individuo más mayor, lo que está en línea con el hecho de que la función inmunológica reducida en las personas mayores las pone en mayor riesgo de problemas más graves al padecer la COVID-19.

Los niveles bajos de vitamina C también se han correlacionado con un aumento de la mortalidad en personas mayores por causas como enfermedades cardiovasculares. El estrés oxidativo alto, un factor importante en afecciones como las enfermedades cardiovasculares, así como el envejecimiento y ahora la COVID-19, también se asocia con una expresión significativamente reducida del transportador de vitamina C.

Los investigadores también señalan que los pacientes pueden desarrollar una deficiencia más acelerada de vitamina C durante el propio curso de la COVID-19, ya que, durante una infección activa, la vitamina C se consume a un ritmo más rápido. Los niveles insuficientes pueden aumentar el daño causado por una respuesta inmune excesiva.

Si bien no se hace de forma rutinaria, la expresión del transportador se puede medir en la actualidad mediante la conocida y tan escuchada tecnología de la PCR, un método que también se usa para la detección del nuevo coronavirus y la gripe. Si bien el aumento de la expresión del transportador aún no es factible en humanos, uno de los muchos objetivos de investigación de este grupo de científicos es encontrar un fármaco u otro método para aumentar directamente la expresión de este transportador, lo que debería mejorar la salud de las personas mayores, así como de las personas con otras afecciones médicas que pueden comprometer esos niveles de vitamina C disponible.

Conocido todo esto, los investigadores dudan de que tomar mucha vitamina C sea una buena estrategia preventiva contra la COVID-19, excepto en aquellos individuos con una deficiencia conocida y diagnosticada por su médico.

Finalmente destacar que la vitamina C es una vitamina esencial, lo que significa que la mejor manera de consumirla es con una dieta variada y saludableLos alimentos con alto contenido de vitamina C son las naranjas, las patatas, los tomates, el brócoli y las coles de Bruselas, entre otros.

Referencia: Gregory Patterson, Carlos M. Isales, Sadanand Fulzele. Low level of Vitamin C and dysregulation of Vitamin C transporter might be involved in the severity of COVID-19 InfectionAging and Disease, 2020; DOI: 10.14336/AD.2020.0918

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3 comentarios

  1. Excelente artículo, queda más patente que nunca que es tan obligatorio el uso de mascarillas sobre todo para las personas más vulnerables o mayores o con enfermedades pulmonares y también por supuesto la buena alimentación. Dieta mediterránea!
    El coronavirus lo pararemos unidos

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