La financiación y promoción de la I+D sobre envejecimiento ha sufrido un importante recorte en los Estados Unidos a través del National Institute on Aging (NIA) perteneciente al los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Esto parece ser reflejo de una crisis y un clima de austeridad en las líneas de financiación en esta temática. En el 2010, la probabilidad de concesión de financiación a un proyecto de I+D sobre envejecimiento había descendido hasta el 8% (Ver gráfico). Esto podría hacer…

“A pesar de haber mejorado, los niveles de empleo de Europa (media del 66% para las personas de 20-64 años) todavía son perceptiblemente más bajos que en otras partes del mundo: solo el 63% de las mujeres trabajan, en comparación con un 76% de los hombres, y solo el 46% de los trabajadores más mayores (55-64 años) tienen un empleo, en comparación con más del 62% en Estados Unidos y Japón.” “El envejecimiento de la población se acelera. Al irse jubilando la generación de la explosión demográfica de los años 60, la población activa de la UE empezará a disminuir a partir de 2013/2014. (…) La combinación de una menor población activa y una mayor proporción de jubilados se traducirá en más tensiones en nuestros sistemas de bienestar."

En el ámbiA47RR1to del conocimiento y de la I+D+i sobre envejecimiento ha existido históricamente una gran descoordinación entre distintas iniciativas. Cada país ha seguido su rumbo de forma independiente, aunque coincidiera con muchos de los aspectos de iniciativas de otros países. Por tanto se ha producido una gran duplicidad de esfuerzos de forma reiterada. Para intentar paliar estas deficiencias, la Unión Europea introdujo el plan ERA-AGE, al reunir con mayor eficacia un esfuerzo coordinado entre organismos nacionales de investigación. Actualmente se han desarrollado ERA-AGE 1 y ERA-AGE 2 (Espacio Europeo de Investigación sobre el Envejecimiento 1 y 2) que son dos ERA-NET que han realizado grandes esfuerzos para aglutinar competencias y recursos científicos, además de potenciar la influencia de la investigación en la elaboración de políticas y procedimientos de desarrollo de distintas innovaciones. Las ERA-AGE 1 y ERA-AGE 2 han reunido a varios socios dentro de un consorcio dedicado al intercambio de conocimientos y buenas prácticas para la organización de programas científicos sobre el envejecimiento, sentando así las bases del Espacio Europeo de Investigación; poniendo en marcha el programa postdoctoral FLARE («Futuros líderes europeos de la investigación gerontológica»), diseñado para remediar la cuestión del desarrollo de capacidades y posibilitar un debate en torno a las prioridades de la investigación sobre el envejecimiento entre todos los interesados (en los ámbitos de la biología, la medicina y la sociología); y planeando el primer programa científico de Europa en este campo. Estos proyectos FLARE están arrojando resultados en varias vertientes, por ejemplo la aplicación de enfoques nuevos para remediar la pérdida de la audición a edades avanzadas, o también la comprensión de las cuestiones éticas que plantean las nuevas técnicas y los nuevos medicamentos contra el envejecimiento.

Un tema destacado en la agenda de la Unión Europea es el de acercar la tecnología a las personas mayores. Precisamente a esto se dedica el programa «Vida cotidiana asistida por el entorno» (AAL), que promueve productos y servicios innovadores orientados a la población de más edad. El 16 de diciembre la Comisión Europea ha presentado un informe sobre el desarrollo del programa AAL que destaca la importante participación de las pequeñas y medianas empresas (PYME) en estos proyectos y las diferentes participoaciones financieras de los países que han intervenido. El programa AAL es una de las acciones claves de la iniciativa «Una Agenda Digital para Europa». Este programa fomenta la cooperación entre la Unión Europea, veinte Estados miembros y tres países asociados con el objetivo de mejorar el bienestar de los ciudadanos de la tercera edad mediante soluciones inteligentes basadas en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), reforzando una de las siete acciones clave de esta iniciativa. Las soluciones TIC contribuyen por ejemplo a la sostenibilidad de la asistencia sanitaria. La inversión en tecnologías digitales relacionadas con la llamada «sanidad electrónica» (eHealth) debe contribuir a proporcionar a la población mayor de Europa un acceso a asistencia sanitaria con un coste asequible.