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"En España no se premia la productividad real de los investigadores"

Fernando Tomás Maestre Gil

Profesor Titular de Ecología de la restauración en ambientes mediterráneos de la Universidad Rey Juan Carlos
 

18/10/2010

Fernando Tomás Maestre Gil, Profesor Titular de Ecología de la restauración en ambientes mediterráneos de la Universidad Rey Juan Carlos. Su proyecto Biotic community attributes and ecosystem functioning: implications for predicting and mitigating global change impacts (BIOCOM) ha sido galardonado recientemente con una prestigiosa "Starting Grant" del European Research Council (ERC), instrumento de financiación creado dentro del 7º programa marco. Se trata de una de las ayudas más prestigiosas de Europa, más generosa a nivel económico y que se otorga a líderes científicos excepcionales.

1.- ¿Qué significa este reconocimiento, y cómo se siente ante este nuevo reto?

Starting Grant es una de las convocatorias más exigentes en términos de excelencia científica. Supone un reconocimiento a mi carrera, siendo especialmente satisfactorio el saber que puedo generar ciencia de primer nivel. Por otro lado, se trata de un gran proyecto con una dotación económica muy importante, a desarrollar en 5 años, que me permitirá montar un grupo de investigación propio y he de destacar la importancia de que este proyecto llegue a una universidad como la Rey Juan Carlos. Se trata de un proyecto personal, para lo bueno y para lo malo, y tengo la responsabilidad de responder a expectativas muy altas. Esperamos dar un salto cualitativo, y nuestro objetivo es publicar los resultados del proyecto BIOCOM en revistas de alto impacto como Science o Nature., es decir, al no tener limitación económica pensamos en experimentos de alto nivel.

2.- Esta concesión es un éxito para la investigación española, no obstante ¿Qué necesita España para ser más competitiva en investigación y desarrollo?

La situación en España ha mejorado muchísimo, pero se necesitan cambios en la gestión de la investigación, en la distribución de recursos y también en la estabilidad de la carrera investigadora. Desde mi punto de vista en España se sigue mucho la política de "café para todos" y se necesita un sistema más selectivo. Los mejores descubrimientos no se consiguen únicamente aumentando la cantidad de recursos que hay, sino dando a los investigadores más brillantes los recursos que necesitan para desarrollar su labor sin trabas. El sistema actual se caracteriza por un exceso de papeleo y burocracia que es insostenible y dificulta mucho la investigación. Por otro lado, necesitamos aumentar las oportunidades para los investigadores españoles y dar estabilidad a la carrera científica. Las cifras hablan de que, en líneas generales, el 70% de los artículos publicados por universidades son realizados únicamente por el 30% de su personal docente e investigador. Esto revela que hay mucha gente en la universidad que no está investigando (o que si investiga no publica, lo cual es especialmente grave) y hace de tapón a investigadores quieren regresar a España a investigar pero que no pueden por falta de plazas.

3.- Una de las facetas más valoradas de un científico es su labor divulgadora. ¿Cuál es su visión de este aspecto del trabajo de los investigadores?

Para mí es muy importante. Respeto todas las decisiones y a algunos compañeros que no se preocupan por estas cuestiones, pero creo que es fundamental sobre todo en nuestra área. Nosotros hacemos ecología, una ciencia imprescindible para la gestión de algunos de los problemas más grandes que tiene la humanidad en su conjunto: el cambio climático, desertificación, la producción de agua limpia, etc. Por ello considero que los resultados de nuestra investigación han de difundirse para llegar a toda la población. Sin ir más lejos, mi madre no se lee todos los artículos que yo publico en Ecology, pero si se lee con avidez lo que publico en la revista de mi pueblo o escucha atenta mis intervenciones en la radio, por lo que muchas veces es muy importante que nos involucremos y no pensar que el periodista por sí sólo se va a interesar por nuestro trabajo. Estoy seguro de que el fortalecimiento de las Unidades de Información Científica en las universidades es muy importante. A los investigadores no nos evalúan por las notas de prensa que generamos, por lo que no podemos dedicar gran parte del tiempo a la difusión científica. Es por ello que deberíamos crear una relación más estrecha entre periodista e investigador y hacer uso de las herramientas que nos ofrecen las instituciones.

4.- Muchos miembros de la comunidad científica están preocupados por el descenso de las vocaciones científicas, sobre todo entre jóvenes, ¿qué piensa en este sentido?

Esto es cierto y puede ser un problema a largo plazo. No obstante, no creo que esté relacionado con la falta de preocupación social por los temas científicos sino más bien se debe a las condiciones en las que trabajamos. Los salarios muchas veces no son apropiados y la carrera científica es una carrera de fondo llena de obstáculos y hay que estar siempre al pie del cañón para "sobrevivir". Esta situación se traduce en un desánimo entre el personal y la gente se lo piensa dos veces antes de comenzar una carrera investigadora. Es verdad que existen muchas becas, contratos.. pero son limitados y ante una competencia feroz, es complicado mantenerse. Ahora tenemos una gran oportunidad de mejorar las condiciones con la aprobación de la nueva Ley de la Ciencia. Esperamos que el investigador se sienta valorado por su trabajo, ya no sólo en términos estrictamente científicos, sino en términos laborales y económicos. Aun así, he de decir que hacer ciencia desde la universidad es una carrera muy satisfactoria, por lo menos para mí.

5.- ¿Cuál es la importancia real que tiene el llamado cambio climático?

La importancia es real y es mucha. El clima tal y como lo conocemos hoy en día no va a ser el clima que tengamos dentro de 30 o 40 años y, por desgracia, el entorno en el que nos encontramos va a ser cada vez más árido. En buena medida lo que ocurra en el futuro dependerá de nuestro impacto en el medio ambiente. Igualmente, a la hora de analizar el cambio climático hemos de quedarnos con la tendencia a largo plazo. Por ejemplo, este invierno ha llovido mucho, de hecho ha sido el más lluvioso en la Historia de España, pero si abrimos un poco el espectro comprobamos que esta década ha sido la más seca y la tendencia es que cada vez sea más seca. Otro ejemplo se ve en los problemas que tenemos con la gestión del agua, que genera grandes tensiones territoriales debido al déficit crónico que tenemos de este preciado recurso natural. Imaginemos entonces ¿qué pasará si en 20 o 30 años disminuyen las precipitaciones en un 20 o un 30 por ciento? Hablando en un contexto de más población, con más actividad económica y por tanto con una presión mayor sobre los recursos naturales, la respuesta es fácil: los problemas ambientales actuales serán más acuciantes en el futuro. A mí me sabe muy mal cuando políticos o gente con cierta influencia dicen que son escépticos del cambio climático cuando la evidencia científica está ahí y todo apunta a que el clima va a cambiar y ese cambio tendrá consecuencias directas para nosotros y los ecosistemas naturales.

6.- ¿Por qué los gobernantes no toman decisiones firmes a cerca de este problema global?

El problema a día de hoy es que los intereses económicos están por encima de los intereses sociales y medioambientales y si me apuras de los intereses generales. Ahora uno de los objetivos prioritarios de nuestro gobierno es cambiar el sistema productivo, pero eso no se cambia con una ley. Cualquiera puede entender el coste económico de cambiar todos los coches con gasolina a eléctricos, es un coste terrible y las grandes empresas no quieren asumir ese coste en aras de seguir manteniendo sus beneficios. Por tanto, llevar a cabo ese cambio es muy difícil e implica compromisos políticos y sociales muy fuertes. En definitiva, y por desgracia, a día de hoy la ecología esta todavía supeditada a la economía.

7.- ¿Los ciudadanos qué papel juegan?

Sin renunciar a las comodidades que nos brinda la vida hoy en día, hay que tener claro que nuestro sistema de crecimiento económico no es sostenible. Sin embargo, los pequeños gestos que todos podemos hacer en nuestro día a día ayudan, empezando por consumir de manera racional. Estamos en una sociedad consumista en la que comprar es una de nuestras razones de ser. Sin ir más lejos, cambiamos de móviles cada año o cada seis meses, y ¡eso es un disparate¡ Muchas veces no pensamos en las consecuencias de nuestro actos, y tenemos que usar el sentido común. Además tenemos muchas herramientas a nuestro alcance para disminuir nuestro impacto, o nuestra huella ecológica. Desde el reciclaje y el respeto a las plantas y animales que nos rodean, hasta el uso razonable de la energía y del transporte, algo que es fundamental. Igualmente es necesario hacer ver a nuestros políticos y gobernantes que este tema nos importa, ya sea con nuestro voto, a través de los medios de comunicación, o bien en nuestro entorno más inmediato. Yo recuerdo que empecé a reciclar a los 17 años cuando nadie hacía eso. Nadie. Pero al poco tiempo empezaron mis padres, luego mis tíos, mis abuelos. y hoy lo hacen de una manera natural, como un hábito más. Estos pequeños gestos en la educación de nuestro entorno, empezando por nuestros hijos no disminuyen nuestra calidad de vida, pero con ellos se consigue un beneficio muy grande. Sólo es necesario usar el sentido común.



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