1.- Para empezar esta entrevista, nos gustaría conocer cómo nació su vocación científica ¿Cuándo y por qué decidió que quería ser científico?

No creo que una persona, a menos no en mi caso, decida así de la noche a la mañana, que quiere ser científico. Supongo que es un proceso gradual en el que uno se da cuenta que le gusta entender el mundo que le rodea de una forma particular, con lógica y explicaciones consistentes y demostrables que puedan ser reproducidas y entendidas. En este aspecto, ya siendo niño me atrevería a decir, se perfilaba esta peculiar forma de ver y querer entender el mundo que imagino, se traduce en un interés por la ciencia y la investigación.

2.- ¿Cuál es su formación y trayectoria como investigador? ¿A qué instituciones ha estado vinculado hasta ahora?

Primero estudié Ciencias Físicas en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valladolid. Una vez que acabé la carrera encontré un puesto como profesor de física en los extintos COU y BUP y ciencias en la ESO en el Centro Cultural Vallisoletano. Estuve allí dos años, y decidí reengancharme a la Universidad como Profesor Ayudante de Escuela Universitaria durante cinco años en el departamento de Electrónica de la Universidad de Valladolid, donde me doctoré en Ciencias Físicas. Una vez acabada la tesis, me surgió una excelente oportunidad de trabajo en Synopsys, una empresa situada en Mountain View, en pleno corazón del Silicon Valley en California, para desarrollar comercialmente su simulador atomístico de procesos para microelectrónica. He estado allí más de cinco años.

3.- ¿En que circunstancias surgió la posibilidad de venir a trabajar a Madrid y qué le gusta de la ciudad?

Una vez explorada la faceta profesional en los Estados Unidos, mi mujer y yo decidimos regresar a España. Madrid parecía el sitio lógico: es uno de los lugares donde más oportunidades de trabajo hay, en especial del tipo que estábamos buscando.

Lo que más me gusta de Madrid es pasear por sus calles, la cantidad de mercados tradicionales que aún conserva y donde es un placer comprar diariamente y relacionarse con la gente, además de su transporte público. Lo que menos, si me lo preguntaran, sería la calidad de su aire, aunque estoy seguro de que en eso se puede mejorar.

4.- ¿Qué es lo que más le ha interesado del proyecto IMDEA y qué determinó su incorporación?

Me ha interesado mucho su enfoque profesional, ambiente dinámico y la capacidad de desarrollo y superación personal que se me brindó. IMDEA me ha ofrecido unos términos profesionales y laborales excelentes, dándome la oportunidad de instalarme cerca de la tierra que me vio crecer.

5.- ¿En qué líneas de investigación va a trabajar y qué resultados concretos espera alcanzar?

En la modelización atomística y simulación multiescala de materiales. A corto plazo espero poder entender los factores implicados en los procesos de crecimiento epitaxial en silicio, que aparte de su interés científico presentan un campo de aplicación en la industria microelectrónica.

También me gustaría dedicarme al estudio de dañado por irradiación en aleaciones de hierro-cromo. Este material se está usando en el reactor de fusión ITER que se está construyendo en el sur de Francia, y es muy importante entender cómo se comporta en las condiciones extremas a las que va a estar sometido.

Más a medio plazo me gustará participar en los esfuerzos de simulación multi-escala de IMDEA Materiales, donde se pretende diseñar y entender materiales nuevos minimizando al máximo los experimentos reales, que son muy costosos, y maximizando todo de tipo de simulaciones por ordenador para entender cómo se comportan.