En el ecuador de la campaña de observación

David Barrado y Navascués

Son las once de la mañana. Me he levantado hace un rato. El Sol luce brillante, imponente. Las nubes  se encuentran bastante más abajo del observatorio. Parece ser que también hoy observaremos.

No nos podemos quejar. Ayer todo funcionó bastante bien,  para ser un primer día de campaña. Estuvo despejado; al final de la  tarde vinieron unos cuantos cirros, nubes altas que podrían habernos hecho bastante daño. Pero de hecho casi no influyeron.  Perdimos algo de tiempo, eso sí,  por problemas de apuntado con el telescopio.  Nos costó darnos cuenta que estábamos apuntando a una posición distinta a la que pensábamos. Por eso no podríamos identificar las estrellas que veíamos en la cámara de apuntado en nuestras cartas de búsqueda. El problema se resolvió y pudimos continuar con nuestro programa científico. En cualquier caso,  es increíble que un bicho tan grande se mueva con esta suavidad y precisión.

 

Creo que Amelia  se ha divertido bastante. Para ella era su primera campaña utilizando espectroscopía, que además era en el rango del infrarrojo (emisión electromagnética que emiten los objetos moderadamente fríos). Benjamín se quedó también con nosotros. Los tres hemos aprendido bastante y nos hemos reído más.

 

A eso de la una subió Carlos. Era hora de hacer el cambio de instrumentación y cederles el control del telescopio a él y a Benjamín. No nos podemos quejar de los datos, aunque espero que esta noche sea mejor.

 

A las dos ya estábamos Amelia y yo en la residencia. Somos afortunados, hemos tenido ocho horas para dormir. En invierno, una noche normal dura entre 14 y 16 horas, incluyendo las actividades anteriores a la puesta de Sol y las posteriores a salida por la mañana. Si se llega a dormir seis horas  sé es muy afortunado. No sé a qué hora se acostarían Benjamín y Carlos, pero no sería antes de las nueve y probablemente se levanten a la hora de la comida. Ya me contarán que tal les fue a ellos durante su media noche de observación. Espero que también a vosotros.

 

 

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