Incentivos al carbón nacional. Perjudicarían a las renovables??

Las noticias actuales sobre la creación de un plan de incentivos al carbón nacional, han dado paso a una nueva guerra dialéctica entre el ministro de Industria, Miguel Sebastián y los diferentes grupos energéticos pertenecientes al sector minero, renovable y productores eléctricos en general. El gobierno ha presentado un Real Decreto para fomentar el uso y consumo del carbón nacional en el que se garantiza un incentivo fijo a cada una de las nueve centrales térmicas españolas por megavatio hora producido.

Este hecho se ha visto desencadenado por la caída de la demanda eléctrica y el alto coste de las emisiones de CO2 sumado al descenso de los precios de los combustibles en los mercados internacionales como consecuencia de la crisis económica, lo que hizo que las empresas se decantaran por el uso de gas natural y carbón importado (hasta un 60% en 2008) en lugar del autóctono. La demanda ha caído casi un 40% en 2008 lo que ha provocado una sobreproducción del sector que se acumula en los parques de las centrales, con un stock de 8 millones de toneladas. El coste previsto rondará unos 200 millones de euros (57,32€ por megavatio hora) sumados a los 1500 previstos para 2009 por el ejecutivo.


El carbón de origen nacional es un combustible de mediana-baja calidad que emite grandes cantidades de CO2 a la atmosfera en su combustión que aumentarían en 25 millones de toneladas anuales tras la obligación de quemar 27 millones de megavatios. Con este aumento en la cantidad de emisiones no se entiende como se espera llegar a cumplir el plan de reducción marcado en Kioto si no es a base de talonario.

Nuestro carbón, nos guste o no, es de poca eficiencia energética y poco competitivo, que ha provocado que el carbón nacional se acumule en los almacenes. Según el experto Pedro Linares (Organización industrial de la Universidad Pontificia de Comillas), explica cómo “sería mejor pagar a los mineros para que no hagan nada o para que mantengan la mina abierta pero sin extraer carbón, o para que lo almacenemos o lo exportemos” en perjuicio de otras tecnologías más limpias. Además no reduce la dependencia energética nacional, ya que tan sólo el 16% de la electricidad fue producido por el carbón autóctono y en lo que va de año ya ha caído un 19,93%.

Según el Partido Popular y las centrales eléctricas advierten de que el decreto del carbón elevará el déficit y la tarifa de la luz en la próxima revisión trimestral de enero y no están dispuestos a ver con pasividad cómo se interviene el mercado y se provoca un prejuicio económico. Las empresas dan por hecho que tras la aprobación del decreto del carbón difícilmente se podrá cumplir con el objetivo de 3.500 millones de euros de déficit en tarifa para 2009. Los grupos ecologistas, como Green Peace, también se suman a esta causa para evitar el subsidio ya que “se basa en supuestos falsos, supone un parche que no evitará la inevitable desaparición de un sector no competitivo como el carbón, perjudica al medioambiente y a la lucha contra el cambio climático, no favorece la creación de empleo, aumenta los costes totales del sistema eléctrico, rompe con las reglas del mercado, perjudica a las energías renovables y es contrario a la normativa europea”.

Por su parte, Victorino Alonso, presidente de CARBUNIÓN, comenta que “es de risa creer que el carbón acabará con un mercado que ya está intervenido, donde las eléctricas han sido muy beneficiadas y que desde que se alcanzó el acuerdo ya están modulando su discurso. Es imprescindible mantener un mix bien diversificado que es una de las principales virtudes del sistema eléctrico español”.

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