La manicura de los campos agrícolas

José María Rey Benayas, Dpto. de Ciencias de la Vida de la Universidad de Alcalá

 

La degradación de los ecosistemas supone una merma de su biodiversidad y funciones, que implica una reducción de los bienes y servicios que prestan a la humanidad y de los cuales depende nuestro bienestar. Las actividades agrícolas son las principales causantes de esta degradación ambiental, bien sea de forma directa o indirecta. Así, Ellis & Ramankutty (2008), en su clasificación antropogénica de los biomas del mundo, distinguen 21 tipos principales de biomas de los cuales 14 tienen un claro uso agrícola y/o ganadero. En consecuencia, conciliar la producción agrícola con el mantenimiento o el aumento de la biodiversidad y de otros servicios ecosistémicos es un reto de la humanidad.

 

La restauración ecológica supone una oportunidad para contrarrestar los impactos ambientales negativos de la expansión y de la intensificación agrícola. En un trabajo reciente, Rey Benayas y Bullock (2012) han realizado una síntesis de las aproximaciones o enfoques y tipos de opción que existen para revertir estos impactos. Una de estas opciones es la restauración o creación de elementos clave para beneficiar la biodiversidad y servicios ecosistémicos particulares sin competir por el uso de la tierra, que denominamos la “manicura” de los campos agrícolas, y que he expandido con varios ejemplos de proyectos aplicados en el artículo Rey Benayas (2012). Otras opciones, tales como la transformación de campos con agricultura convencional en agricultura orgánica sí compiten por el uso de la tierra, ya que un campo agrícola en particular o es convencional o es orgánico. En mis clases, conferencias y algunos artículos utilizo la etiqueta “manicura” no tanto por el significado literal de esta palabra (“Operación que consiste en el cuidado, pintura y embellecimiento de las uñas”, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española), sino por el significado implícito del cuidado de detalles muy pequeños en vastas extensiones agrícolas.

 

La manicura de los campos comprende acciones muy específicas y dirigidas a beneficiar la flora y fauna silvestre y servicios ecosistémicos particulares. “Renaturalizan” (re-wild en inglés) los paisajes agrícolas y frecuentemente están acompañadas de una variedad de beneficios sociales. La característica más relevante de estas acciones es que ocupan una fracción insignificante de la superficie de los campos agrícolas donde se ejecutan, lo que significa que apenas compiten por el uso de la tierra. Una idea clave es que, lejos de mermar la producción agrícola en los campos donde se implementan, ésta puede aumentar gracias a los procesos ecológicos o servicios ecosistémicos asociados a la biodiversidad que promueven. Algunos ejemplos característicos de estos servicios son la polinización de los cultivos, la regulación de plagas agrícolas basada en el control biológico de los enemigos naturales de las mismas, la mitigación de la erosión del suelo y el aumento de la producción cinegética, entre otros muchos.

 

Algunos ejemplos de manicura o acciones de restauración y creación de elementos en los campos agrícolas sin competir por el uso de la tierra son los siguientes:

  1. Revegetación estratégica de lindes, bordes de camino y ribazos para crear setos o cercas vivas;
  2. Introducción de pequeñas plantaciones de árboles o arbustos, preferentemente en las esquinas de las propiedades, para crear islotes de hábitat forestal en mares agrícolas;
  3. Plantación de árboles aislados con el fin aprovechar sus desproporcionados efectos positivos para la conservación de la biodiversidad (aves, murciélagos, insectos, etc.) y el potencial de la dispersión de semillas;
  4. Creación de áreas favorables para los polinizadores mediante plantaciones de enriquecimiento florístico;
  5. Introducción de carballones o domos (beetle banks en inglés), muros de piedra, majanos o montones de piedras y otros refugios estratégicos para la fauna;
  6. Introducción de perchas y cajas-nido para aves y murciélagos;
  7. Creación o restauración de pequeños humedales y otros puntos de agua tales como charcas y abrevaderos;
  8. Restauración de construcciones de arquitectura rural para recuperar y valorizar servicios culturales ligados a los sistemas agrícolas. Todas estas acciones tendrán, generalmente, efectos en la biodiversidad y en los servicios ecosistémicos a distintas escalas dependiendo de qué cantidad de tierra es ocupada por las mismas.

Debo enfatizar que la mayor parte de estas acciones no son excluyentes entre sí, pudiendo ser implementadas todas o la mayor parte de ellas en un campo agrícola particular, ¡incluso en régimen intensivo!

 

Es cierto que se necesita más investigación para producir socio-ecosistemas más sostenibles, pero lo que se necesita de verdad es más acción y soluciones para un mundo cultivado sensu Foley et al. (2011). Con esta motivación, la Fundación Internacional para la Restauración de los Ecosistemas (www.fundacionfire.org) desarrolla, desde el año 2009, el proyecto denominado “Islotes y costas en mares agrícolas – Campos de Vida”, cuyo fin principal es establecer proyectos de demostración de acciones de manicura de campos agrícolas. Este proyecto fue inspirado y es el resultado de la aplicación de los conocimientos adquiridos mediante la investigación científica y técnica desde 1992. Aunque la agricultura es la principal causa de impactos ambientales negativos de origen antrópico, existen numerosas oportunidades para aumentar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en los paisajes agrícolas por medio de acciones de restauración ecológica, entre ellas la de manicura de los campos agrícolas. Para extenderlas más allá de proyectos de demostración como el señalado, se necesita apoyo institucional y políticas ad-hoc que reconozcan explícitamente a los propietarios de los campos agrícolas donde se ejecuten el valor financiero de los bienes y servicios que producen para la sociedad en su conjunto. Además, es necesaria la educación para la concienciación pública y la capacitación de los productores y gestores agrarios.

 

Ellis, E.C. y N. Ramankutty. 2008. Putting people in the map: anthropogenic biomes of the world. Frontiers in Ecology and the Environment 6: 439-447.

Foley, J. A. y colaboradores (21 autores). 2011. Solutions for a cultivated planet. Nature 478: 337-342.

Rey Benayas, J.M. 2012. Restauración de campos agrícolas sin competir por el uso de la tierra para aumentar su biodiversidad y servicios ecosistémicos. Investigación Ambiental. Ciencia y Política Pública 4: 101-110.

Rey Benayas, J. M. y J. M. Bullock. 2012. Restoration of biodiversity and ecosystem services on agricultural land. Ecosystems 15: 883-889.

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