También los campeones del mundo pierden partidos. Emprendimiento y tecnología para salir de la crisis

No podíamos acostumbrarnos a renunciar al sueño de ser campeones del Mundo en fútbol, baloncesto o muchos más deportes, pero tras la euforia, derrotas como las del martes en Argentina o la del miércoles frente a Serbia nos dan una nueva visión de los altibajos del deporte, parece que ser campeones ofrece la oportunidad de aprender de los errores  desde una perspectiva distinta, digamos «de normalidad». Pues tal vez también sea posible una visión superior o «de normalidad» y alejada de la resignación en lo que afecta al binomio ciencia-economía, sobre todo cuando se cuenta con uno de los equipos con mayor potencial del mundo.

Ahora somos conscientes de que el sector inmobiliario, lejos de ser una panacea que nos permitía ser los campeones en crecimiento fácil, era un lastre que nos impedía “ver más allá”. Con la crisis hemos empezado a perder partidos, y por goleada, pero contamos con un excelente equipo: la ciencia española (ver post ) se mantiene en un lugar privilegiado a nivel mundial, no con tanto impacto como el que nos correspondería por nuestro PIB, pero más proclive de lo que se suele pensar a la investigación aplicada, de utilidad más inmediata para las empresas. Invirtamos mucho más en ella y en su transformación.

A estas alturas de la crisis, y a falta de recetas mágicas keynesianas para crear empleo (aumento del gasto público para compensar la caída de la demanda privada debido a la restricción del crédito), incentivar el emprendimiento y el capital riesgo al que pueden acceder los emprendedores son algunas de las recomendaciones más mencionadas por todo tipo de expertos.

En la Vanguardia , el sociólogo Manuel Castells , partidario de “experimentar” con imaginación, ingenio y audacia, propone entre otras medidas algunas relacionadas con el emprendimiento:

–          Que parte de las ayudas a grandes empresas  en industrias condenadas por la deslocalización se reconviertan en financiación de capital riesgo a disposición de emprendedores.

–          Que la reforma laboral permita flexibilizar el contrato laboral según la dimensión de la empresa, para que las pymes puedan disponer de mayor margen de maniobra en la gestión de su personal.

–          Que la fiscalidad y las contribuciones a la Seguridad Social sean más favorables para las pymes, con un sistema variable y negociado que favorezca a las empresas que crean empleo en lugar de penalizarlas.

A falta de saber de dónde vendrá la reactivación de la economía, los países que aprovecharán mejor el tirón de la economía americana vía inversiones podrían ser los países emergentes, y no otros entre los que incluiríamos a España.   Por tanto el objetivo fundamental sería aumentar la productividad, abaratar costes y aumentar calidad y competitividad. En palabras de Castells, “Incremento de productividad quiere decir inversión en I+D y en mecanismos de transferencia a las empresas; innovación tecnológica y organizativa del sector público, empezando por sanidad y enseñanza, agujeros negros de la productividad y bastiones de rutina burocrática; desarrollo de la cultura emprendedora en las universidades; y fiscalidad al servicio de la inversión productiva”.

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7 comentarios

  1. Una frase que os habéis dejado fuera que también me parece relevante..

    ‘lo más eficaz es incentivar el emprendimiento y las pymes, principales fuentes de empleo y de innovación.’

    Saludos.

  2. Es cierto, Fernando, sobre todo cuando el número de empresas activas se ha reducido un 2% en 2009, según el DIRCE, el 54% de las empresas no emplea a ningún asalariado y las que tienen menos de 10 trabajadores suponen el 95,05% de las empresas de nuestro país.

    Un saludo

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