Hablando sobre mentoring internacional con nuestros business mentors. Hoy, Rosa María Panadero

Rosa María Panadero, mentora Certificada business mentor madri+d, cuenta con experiencia laboral en Estados Unidos, Emiratos Árabes, Republica Checa y Chile, es una experta conocedora de estos mercados y, sobre todo, de las ventajas, problemas y oportunidades que tienen las startups en entornos tan diversos.

Se incorporó a nuestra red de mentores hace tan solo seis meses, durante los cuales ha apoyado a dos startups de la red de mentores madri+d en el desarrollo de sus proyectos, definiendo el mercado objetivo, labores de comunicación y estrategias de marketing: nomorepass, centrada en la aplicación de códigos QR a sistemas de seguridad, y Talentoo, la cual desarrolla una nueva generación de procesos de headhunting.

Preguntando a Rosa sobre similitudes que haya encontrado entre las startups en estos entornos, nos cuenta que “el problema principal es el mismo: desde el momento en el que se enciende la bombilla, la ilusión se desinfla por los obstáculos que van surgiendo. Ese es el motivo de la alta tasa de fracaso“. Verdad absoluta. El éxito depende de muchos factores dentro de un proyecto empresarial, pero el más importante, incluso más que la propia idea de negocio, es la capacidad del equipo para desarrollar y evolucionar esa idea y, sobre todo, saber encajar los golpes de realidad.

El emprendedor debe ser consciente en todo momento de qué esfuerzos puede realizar o no, dependiendo de su fortaleza mental, confianza en el proyecto, previsión económica… y para ello, su entorno es una parte fundamental.  Y el equipo que rodea al emprendedor puede sacarle de la nube en los momentos buenos y de los infiernos en los malos, y en ese equipo puede encontrarse el mentor que, a través de la experiencia y de herramientas como las adquiridas a través de la Certificación business mentor madri+d, le ayuda en los momentos críticos para la supervivencia su empresa, su proyecto, su vida…

Abordando las diferencias, Rosa nos cuenta que en el Golfo Pérsico, “debido a las bajas cifras de población local, las instituciones públicas y privadas están muy interesadas en atraer el talento del extranjero. Se facilita el acceso a visados y se financian muchas ideas con el fin de que las patentes queden registradas allí, lo que desincentiva la migración de proyectos a Estados Unidos o Gran Bretaña como mercados de ideas, y a China como mercado de producción”.  Por otro lado, en Suecia “las empresas lanzan desafíos a través de incubadoras para solucionar problemas o analizar proyectos que encajen en sus verticales, a los cuales las startups dan respuesta, iniciándose diferentes rondas de contacto. Allí se crean auténticos laboratorios de innovación, donde se invierte y se escala, siempre en torno al emprendimiento, y con el objetivo de retener el talento para que éste no migre a ámbitos tradicionalmente más emprendedores”.

Con este tipo de políticas, no se busca «encerrar» a las startups en una jaula de oro impidiendo su crecimiento, sino todo lo contrario, ya que incluso se facilita la expansión internacional a través de redes de inversión, pero es justamente eso lo que se pretende, que sea una expansión y no una migración. Es imposible que una empresa tecnológica muy potente no tenga intención de alcanzar Silicon Valley, pero si se crea una delegación allí en lugar de trasladar la sede de la empresa, será un éxito de emprendimiento local, ya que los beneficios económicos de la explotación de la idea se quedarán en su país de origen.

Comparando el emprendedor español con del el resto del mundo, Rosa destaca dos aspectos: es habitual que “se nos vaya más tiempo en conversaciones menos centradas, en el resto del mundo se va más al grano; y no siempre sabemos encajar las críticas profesionales, ya que las tomamos como ataques personales”.

“Pensamos que somos las personas más preparadas del mundo, nos exigimos alcanzar el éxito desde el inicio. El problema es que somos más académicos que prácticos, y no debemos olvidar que una matrícula de honor no te convierte en el mejor profesional, sino solamente en el alumno que mejor ha contestado a una pregunta planteada por un profesor”. De esta reflexión de Rosa se obtiene una valiosa lección de mentoring, ya que aplicando esto al entorno emprendedor, es cierto que en cada Incubadora hay cientos de futuros “unicornios” plasmados en un Business Model Canvas porque el papel lo soporta todo. Por ello es necesario salir a calle, estudiar el mercado, y analizar si de verdad, el mundo nos necesita, o si por el contrario, todo ha sido un espejismo, en cuyo caso deberemos pivotar, o seguir hasta que se acabe la “ga$$$olina” del proyecto (un unicornio es una startup que supera el valor de 1.000 millones de dólares). 

Y es en este punto donde la red de business mentors madri+d tiene un claro objetivo: ayudar a los emprendedores del presente, a través de la experiencia de los mentores, a construir la sociedad del futuro. Rosa destaca que “muchos profesionales en ejercicio o retirados, a través de una metodología común, deben mentorizar a las próximas generaciones, por ello es fundamental el desarrollo de esta red, así como que surjan sinergias con redes de otros países y continentes, para fomentar el crecimiento interior y exterior de nuestras startups”.

Por último, Rosa señala que España está en una situación ideal para servir de “puente entre Europa y Latinoamérica, no sólo por ubicación geográfica, sino porque realmente ocupa un punto medio entre las culturas, el enlace perfecto y bidireccional para que proyectos de ambos lados del atlántico puedan desarrollarse y crecer exponencialmente”. ¿Aceptaremos el desafío de ser, también desde el punto del emprendimiento, el enlace entre dos culturas? El tiempo lo dirá.

¡Muchas gracias Rosa por esta gran lección mentoring, por apoyar el emprendimiento de calidad!