¿Un congreso de emprendedores?

La pasada semana se celebró en Salamanca el I Congreso internacional de emprendedores, a partir de aquí surgen varias dudas, a saber:
– ¿Un emprendedor acudiría a un congreso de emprendedores?
– En caso de acudir ¿con qué objetivos iría a la cita?
– ¿Tienen cosas en común los emprendedores, en genérico, para reunirse?
Lo que se puede afirmar es que los gestores de emprendizaje sí que pudimos sacar conclusiones de dicho congreso, aunque no tenemos claro que los propios emprendedores, es decir, los oyentes sacaran el mismo provecho más allá de saber que han de ser valorados socialmente, y esto quizás fuera mejor el difundirlo en otro foro de mayor calado. El emprendedor es egocéntrico por naturaleza, y no digamos nada el de base tecnológica, si no pensara que su iniciativa va a cambiar el mundo, a reventar el mercado, seguiría siendo un asalariado.
De la sesión inagural llamaban la atención dos asuntos, en primer lugar los ponentes, es decir, directivos de: Iberdrola (Ignacio Sánchez Galán), Telefónica, Indra, Eliop,… Cabe señalar que tan sólo Francisco Martín, presidente de Eliop, es un emprendedor, aunque hoy, 30 años después de crear su empresa, dirija ya a 500 trabajadores; en esta sesión cada ponente hizo una laudatio de la labor social de los creadores de empresas. En segundo lugar, en un congreso donde entre sus asistentes no predominaban ni mucho menos los emprendedores de base tecnológica, era sorprendente la profusión de referencias a las nuevas empresas de base tecnológica, parece que hay un consenso en que es en la pequeña empresa donde realmente se desarrollan nuevos productos y servicios, algo casi obvio, las grandes empresas tienen unos procesos de toma de decisiones largos y farragosos, lo cual las lleva a llegar tarde a mercado.
En la mañana del miércoles, Santiago Escribano, Director General de Indra Software Labs contrapuso la alta calidad de las escuelas de negocio españolas con la baja calidad de nuestros institutos tecnológicos, lo que sumado al miedo al fracaso le dio como resultado un bajo número de emprendedores tecnológicos. Mientras que Fernando Fournon, Presidente ejecutivo de Telefónica I+D habló de crear un ecosistema de pequeñas empresas (que hacen grandes cosas) alrededor de una gran compañía como es Telefónica, como forma óptima para llegar a tiempo al mercado y adelantarse a la competencia, este ecosistema ya ha sido creado con éxito por Philips en Eindhoven, es decir que las grandes empresas han tirado ya la toalla de la I+D, o al menos de la I, trabajarán algo en el Desarrollo y se volcarán en la innovación.
Otra cosa fue la tarde de ese mismo miércoles, en ella, la organización del Congreso consiguió reunir a los organismos que mayor volumen de NEBTs apoyan, aunque en un formato flash de 10 minutos por ponencia y sin posibilidad de preguntas, pero volvemos a lo anterior, a un auditorio de emprendedores «convencionles», dicho sea contodo el respeto del mundo, se les pusieron delante los apoyos con los que cuentan las nuevas empresas de base tecnológica, seguro que se les hizo la boca agua, y probablemente acabaron pensando como la zorra en el cuento de La zorra y las uvas, «no las quiero, no están maduras».
Con esta reflexión volvemos a las preguntas del principio, ¿qué tienen en común los emprendedores de: una franquicia de alquiler de coches, un laboratorio biotecnológico y una panificadora?, pues más bien poco; los eventos que tienen éxito entre los creadores de empresas con alto potencial de crecimiento – ya no sólo tecnológicos- son los de networking, es decir: charla informal y cañas en el bar de al lado, a saber: Iniciador, First Tuesday, Suscipe,… Parece difícil unir a los demás en un evento que resulte atractivo para todos. Dicho esto, entre los gestores de innovación que intervinimos en el acto sí que tuvo gran interés ese networking que tuvo lugar al finalizar las conferencias.

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