World Energy Outlook. Por el control de las emisiones

Desde la Agencia Internacional de la Energía se insta a los países a tomar decisiones audaces que contribuyan a controlar las emisiones de gases de efecto invernadero sin esperar a un acuerdo climático global. Sin embargo, las alternativas de las que disponemos son pocas y defectivas. No debe ser fácil para los gobiernos acometer este tipo de soluciones; sobre todo teniendo en cuenta lo baratos y accesibles que resultan aún los combustibles fósiles. Es posible que para algunos ni siquiera sea evidente la insostenibilidad del sistema energético actual.

[Autora: Mª del Pilar Orihuela-INTA]

El World Energy Outlook, uno de los informes más completos y fiables que se publican anualmente sobre la situación energética a escala mundial, nos dejó a finales del recién concluido año un mensaje de lo más crudo: que el mundo se está bloqueando en un sistema energético inseguro, ineficiente, y con elevadas emisiones de carbono; y que si en los próximos años no se ponen en marcha políticas audaces, cada vez será más difícil y costoso cumplir con la meta establecida en el 2010 de limitar el aumento global de temperatura a 2°C.

 

Fuente: Presentación a la prensa del World Energy Outlook 2011 por Maria van der Hoeven. Londres, 9 de Noviembre de 2011.

 En la pasada edición del Conference of the Parties (COP17), la Directora Ejecutiva de la Agencia Internacional de la Energía, Maria van der Hoeven, advirtió una vez más a la comunidad internacional acerca de la necesidad de evitar el cambio climático y señaló que, para lograrlo, es necesario que los países aborden sus cuestiones de seguridad energética de forma sostenible; no esperando un acuerdo climático global, sino actuando de inmediato para hacer frente a la creciente demanda energética con soluciones seguras, bajas en carbono.

 Esta sentencia, que a priori parece tan contundente, será probablemente una fuente inagotable de dudas y debates a la hora de llevarla a la práctica.

 Para empezar, hay una cuestión fundamental que preocupará indudablemente a la mayoría de los ciudadanos (exceptuando quizá a los más comprometidos con la causa medioambiental); y es la cuestión económica: ¿cuánto nos va a costar? Aún no hemos desarrollado ninguna solución que sea, a la vez, segura, de reducidas emisiones, y económicamente rentable; y además, estamos inmersos una grave crisis económica. ¿Hasta qué punto debemos sacrificar parte nuestro presupuesto en acometer este tipo de soluciones? 

 Pero dejando las discusiones económicas para otros foros más enfocados a esa materia, abordemos ahora otra cuestión que también surge de forma casi espontánea: ¿qué alternativas tenemos?

 Echando un vistazo al mix energético mundial, parece que las únicas fuentes de energía capaces de competir a día de hoy con los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural) son la nuclear y las renovables (y la hidroeléctrica, si no se considera dentro de las renovables normales).

Gráfico elaborado a partir de los datos del 2010 que aparecen en el documento BP Statistical Review of World Energy, de Junio de 2011.

 La energía nuclear es una tecnología madura, de bajas emisiones de carbono, y con disponibilidad suficiente para ser explotada a más amplia escala. En comparación con las energías renovables, la energía nuclear tiene actualmente una capacidad mucho mayor para absorber la demanda energética que abastecen los combustibles fósiles.

 A pesar de la incertidumbre acerca de las reservas de uranio, y de los incontables estudios que ponen de manifiesto su potencial peligrosidad, la tecnología nuclear se acepta con resignación como la alternativa más viable para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a gran escala y a corto plazo. Los tristes sucesos acaecidos en la central de Fukushima el pasado 11 de Marzo, si bien han revuelto una vez más la opinión pública y han desencadenado un renovado cuestionamiento del papel de la energía nuclear en el futuro, no han conseguido alterar a nivel global la política energética de los grandes países en vías de desarrollo. En el Escenario de Nuevas Políticas que planteó el pasado año la Agencia Internacional de la Energía, se preveía un aumento de la producción nuclear de más de un 70% hasta 2035, una previsión sólo ligeramente inferior a la del año 2010.

 La otra alternativa aceptable son las energías renovables. Se habla de energías renovables como si fueran un concepto singular; pero precisamente una de las virtudes de las energías renovables es que pueden proceder de muy diversas fuentes, adaptándose a los recursos de cada país, e incluso permitiendo combinarlos para proporcionar mayor seguridad en el abastecimiento. Cada tecnología renovable se encuentra en una etapa diferente de desarrollo, por lo que no pueden categorizarse de manera unívoca. Ya hay varias de ellas explotándose a escala comercial, sin embargo, aún no puede afirmarse que sean tecnologías maduras, especialmente en términos de coste de la energía.

A pesar de su discutible nivel de desarrollo, y su mucho más discutible coste, hay una opinión con la que todo el mundo parece estar de acuerdo: las tecnologías renovables son las más limpias y seguras que conocemos hasta ahora en términos medioambientales. De no ser por el esfuerzo económico que supone, ya habría mucha más potencia renovable instalada en el mundo de la que actualmente hay. Aún nadie ha imaginado un futuro sin energías renovables.  Por pequeño que sea, siempre hay un papel atribuido a las mismas en las predicciones futuras. El World Energy Outlook 2011 estima que la proporción de las energías renovables no hidráulicas en la generación de electricidad pasará del 3% en 2009 al 15% en 2035. Sin embargo, admite que este cambio no será posible sin la aplicación de cuantiosas subvenciones gubernamentales.

 Y ya está. De momento no hay más opciones: nuclear y/o renovables. Y lo cierto es que ninguna ofrece unas prestaciones ideales.

 Se comprende la buena de intención de la Directora de la IEA al decir que los países deberían abordar sus cuestiones de seguridad energética de forma inmediata, con soluciones sostenibles y que no generen emisiones de carbono. Pero las alternativas son pocas y defectivas. Para cada persona en particular, la solución adoptada, sea cual sea, va a suponer un sacrificio, bien por tener que asumir los riesgos de la tecnología nuclear, bien por tener que asumir los elevados costes de las renovables. Y si esta disconformidad se eleva a niveles gubernamentales, la incertidumbre es aún mayor. Debe suponer un gran esfuerzo para los gobiernos abordar cualquier solución, cuando las opciones son tan poco esperanzadoras; sobre todo teniendo en cuenta lo baratos y accesibles que resultan aún los combustibles fósiles. Es incluso posible que ni siquiera sea evidente ahora mismo la insostenibilidad del sistema energético y que por ello ningún gobierno se sienta apremiado a acometer ningún cambio.

 Por ello es necesario, antes que nada, conocer y entender la gravedad de la situación. Y si realmente es tan insostenible como advierte la IEA, entonces no nos quedará más remedio que ser todos un poco más condescendientes y asumir el sacrificio que suponga el acometer las correspondientes medidas. Al fin y al cabo, no se trata de elegir ninguna alternativa en particular, sino de aceptarlas e implementarlas conjuntamente para obtener lo mejor de cada una.

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Un comentario

  1. Buenas tardes. Soy estudiante de Ingeniería Industrial de la Universidad Icesi ubicada en Cali, Colombia. A principios del mes de mayo de este año, realizaremos un encuentro de Ingenieros Industriales (EUDII) en las instalaciones de la Universidad donde el tema central es “Ingeniería del Futuro”, por lo cual consideramos de gran importancia los temas que trata en sus artículos para incluirlos dentro de los ejes temáticos. En este momento, estamos en la búsqueda de conferencistas o expositores y sabemos que usted se especializa en el tema, por lo cual nos gustaría comunicarnos para analizar la posibilidad de visitar nuestro país.
    Esperamos su pronta respuesta.
    Muchas gracias.
    Para mayor información, visitar http://www.icesi.edu.co/ingenieria_industrial/eudii.php

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