Las decisiones del Parlamento Europeo sobre biocarburantes no contentan a ninguno de los actores implicados (industria, agricultores y ecologistas).

El pasado 11 de septiembre el Parlamento Europeo (PE) aprobó limitar al 6% los biocarburantes convencionales para 2020 y no introducir el efecto del cambio indirecto del uso de la tierra (CIUT) hasta ese mismo año.

Autor: [José Miguel Oliva – Unidad de Biocarburantes – Dpto. de Energía – CIEMAT]

Tres principales decisiones fueron las aprobadas en el PE: en 2020 los biocarburantes procedentes de cultivos solo podrán contar un 6% en el objetivo del 10% de renovables en el transporte; a partir de ese mismo año se tendrán en cuenta las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) derivadas del CIUT provocado por esos cultivo; y establecer un 2,5% de participación en el 10% de biocarburantes de segunda generación, procedentes principalmente de residuos vegetales y algas. Todo, a falta de que lo refrende el Consejo de Europa, y si no lo hace, el texto volverá a la Eurocámara.

La Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) lamenta las limitaciones a los biocarburantes convencionales impuestas por el PE y denuncia trato discriminatorio al imponerles reducciones de emisiones que no se exigen a la industria petrolífera. Así, Oscar Garcia presidente de APPA Biocarburantes, considera las dos primeras propuestas “injustificables, ya que, como han puesto de manifiesto en los últimos meses múltiples estudios, los modelos desarrollados para calcular el CIUT carecen de la certidumbre científica suficiente para adoptar medidas regulatorias de este calibre”. En APPA Biocarburantes consideran positiva la propuesta de establecer objetivos obligatorios (0,5 en 2016 y 2,5 en 2020) para los biocarburantes más avanzados en términos ambientales, pero califican de “injustificable que entre las materias primas utilizables se hayan excluido los aceites de cocina usados y las grasas animales”.

Pekka Pesonen, secretario general de Copa-Cogeca (aglutina a las organizaciones profesionales y cooperativas agrarias europeas), calificó de «inaceptable» que la UE dé marcha atrás en su objetivo del 10%, acordado en 2006, porque desde entonces «los agricultores y la industria han invertido enormes cantidades de dinero en el sector». En declaraciones recogidas por Europa Press, Pesonen añade que “se trata de una decisión que pone en riesgo el futuro de la industria de biocarburantes en la UE e ignora la realidad de su producción».

Por diferentes motivos, tampoco ha sentado nada bien la decisión del PE en las filas ecologistas. Para Liliane Spendeler, directora de Amigos de la Tierra, “los límites para los agrocombustibles han sido insuficientes; desafortunadamente, si los ministros de los países europeos no empujan para rebajarlo, su consumo en Europa continuará incrementándose y seguirá ocasionando subidas en el precio de los alimentos, deforestación y provocando el cambio climático”. Desde Ecologistas en Acción ven positivo que los eurodiputados votaran para limitar los carburantes fabricados a partir de alimentos y también que se incluya en este límite los que se producen con cultivos energéticos (árboles de rápido crecimiento, jatrofa…). Pero añaden que “resulta negativo que el Parlamento haya establecido un límite del 6% del total de biocombustibles, por encima de la cuota del 5% propuesta por la Comisión Europea”.

Desde Ecologistas en Acción también se valoran los porcentajes de incorporación de los biocarburantes avanzados: 0,5% en 2016 y 2,5% en 2020. “Las medidas –aseguran– vienen desprovistas de la aprobación de unos criterios de sostenibilidad sólidos, como la consideración de la jerarquía en el uso de los residuos adoptada por la UE, y que prioriza la reducción, reutilización o reciclaje de residuos antes de su valorización energética”.

Fuentes:

http://www.energias-renovables.com/.

Inicio

 

Compartir:

Deja un comentario