Transformando los Purines en Recursos Valiosos: La Revolución Biotecnológica de BIVALIA-CM
La ganadería porcina es una de las principales actividades agroalimentarias en España, pero también genera grandes desafíos ambientales. Cada año, se generan más de 1,8 mil millones de toneladas de purines en la Unión Europea, lo que plantea graves problemas de contaminación por nitratos, eutrofización de ecosistemas acuáticos, emisiones de gases de efecto invernadero y malos olores. Ante esta situación, la Unión Europea ha endurecido la legislación para regular el uso de estos residuos, limitando su aplicación como fertilizante y promoviendo soluciones más sostenibles, en línea con la estrategia «De la Granja a la Mesa» (Farm to Fork), que busca una producción alimentaria más sostenible y eficiente en el uso de recursos. Pero, ¿cómo podemos convertir este problema en una oportunidad?
Biorrefinerías: una Solución Innovadora
El proyecto BIVALIA-CM, financiado por la Comunidad de Madrid, está desarrollando una estrategia innovadora para transformar los purines en productos de alto valor añadido mediante foto-biorrefinerías avanzadas. Esta iniciativa se basa en la economía circular y busca aprovechar al máximo los residuos agroalimentarios, reduciendo su impacto ambiental y generando nuevos recursos aprovechables en la industria alimentaria y energética.
Las biorrefinerías propuestas en BIVALIA-CM emplean tecnologías termoquímicas, químicas y biológicas para convertir los purines en bioproductos como fertilizantes orgánicos, proteínas microbianas y bioenergía en forma de biogás. Este enfoque no solo permite la valorización integral de los residuos, sino que también contribuye a la reducción de la huella de carbono y el consumo de recursos naturales.
Investigación Pionera en la URJC
Dentro de este proyecto, la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) está llevando a cabo experimentos clave para optimizar el uso de bacterias fototrofícas púrpuras (PPB) en la valorización de purines. Estas bacterias, consideradas uno de los microorganismos con mayor versatilidad metabólica, tienen la capacidad de crecer en condiciones de fototróficas, utilizando la radiación solar como fuente de energía y distintos compuestos orgánicos (fotoautotrofía) e inorgánicos (fotoheterotrofía) como fuente de carbono.
Los estudios realizados hasta ahora en las instalaciones de la URJC por parte del grupo GIQA-BIO-URJC han demostrado resultados prometedores:
- Recuperación eficiente de nutrientes: Se ha logrado recuperar más del 99% del nitrógeno amoniacal presente en los purines mediante tecnologías de membranas permeables al gas.
- Producción de biogás enriquecido en metano: La aplicación de pretratamientos térmicos como la explosión de vapor ha incrementado hasta un 350% la producción de metano en la digestón anaerobia.
- Generación de proteína microbiana: Las PPB han mostrado una alta eficiencia en la asimilación de carbono y nitrógeno, permitiendo la producción de proteínas de alta calidad para aplicaciones en alimentación animal y humana.
Un Futuro Sostenible para la Industria Porcina
El desarrollo de biorrefinerías aplicadas a los purines supone un cambio de paradigma en la gestión de residuos agroalimentarios. Tecnologías como la fermentación fototrófica permiten transformar lo que antes era un desecho problemático en recursos valiosos, cerrando el ciclo de los nutrientes y permitiendo una conversión directa del carbono asimilado por las PPB, debido a que no se produce oxidación aerobia de la materia orgánica. Esta tecnología emergente supone una revolución en el concepto de biorrefinería al incorporar la radiación solar directamente en los procesos de refino y minimizando al máximo el impacto ambiental de la ganadería porcina.
El proyecto BIVALIA-CM no solo representa un avance científico, sino que también abre nuevas oportunidades para la industria agroalimentaria, facilitando el cumplimiento de las normativas ambientales y promoviendo un modelo de producción más eficiente y sostenible.
En definitiva, los purines de hoy podrían ser los bioproductos del mañana, gracias a la innovación biotecnológica que está revolucionando la economía circular.