Menos costes y traumas en los implantes del oído interno para las personas mayores

slide 1

El aislamiento social y el riesgo añadido que suponen las actividades cotidianas, como conducir o cruzar una calle, son dos problemas de los muchos a los que se enfrentan aquellos con discapacidades auditivas.

De ahí la necesidad de que los europeos de más de sesenta y cinco años con dificultad para oír, cerca del cincuenta por ciento de este grupo de población, cuente con audífonos. Estos dispositivos permiten disfrutar de una participación más plena en su entorno y además ser más conscientes de los peligros.

No obstante, la capacidad auditiva de una buena parte de afectados es tan deficiente que no basta con un audífono normal. Estos pacientes sólo pueden acudir a un implante que amplíe los sonidos con una efectividad y calidad de sonido superiores a los sistemas convencionales. La desventaja de estos implantes en el oído medio radica en que la cirugía necesaria es compleja y puede durar varias horas. El riesgo y el coste que conlleva provocan que su aplicación sea escasa.

Pero esta situación puede estar a punto de cambiar gracias a investigadores del Instituto Fraunhofer de Ingeniería de Producción y Automatización (IPA) de Stuttgart (Alemania) que trabajan en un nuevo dispositivo que mejorará audición de los pacientes y que podrá implantarse de forma ambulatoria.

El implante consta de tres partes: una funda con un micrófono y una batería, un dispositivo de transmisión inalámbrico de señales ópticas y energía entre el oído externo y el medio, y un transductor electroacústico, que supone la pieza clave y el altavoz del implante. Este transductor en forma de disco posee un diámetro de 1,2 milímetros.

El objetivo de esta innovación tecnológica es aprovechar la mayor calidad acústica de los audífonos implantables y realizar una operación invasiva mucho más sencilla. Para implantar este sistema los cirujanos sólo deben realizar una incisión pequeña junto al tímpano y a continuación doblarlo hacia delante, proceso que puede realizarse de manera ambulatoria. El transductor electroacústico se sitúa justo en la conexión entre el oído medio y el interno, denominada «ventana redonda». Desde ahí transmite señales acústicas al oído interno en forma de vibraciones mecánicas amplificadas que aumentan de hecho la capacidad auditiva de los pacientes.

El implante en la «ventana redonda» es de un tamaño inferior a la cabeza de un alfiler, pero capaz de emitir sonidos de hasta 120 decibelios, semejantes en potencia a los emitidos por un martillo neumático. Este rendimiento elevado es necesario para lograr una comprensión muy precisa del habla, en especial en el caso de sonidos muy agudos, muy complicados de percibir para aquellos con problemas graves de audición.

El primer prototipo operativo se está sometiendo a ensayo en el laboratorio con resultados hasta ahora positivos. Todos los componentes optimizados deberán estar listos en junio de este año y el ensayo del sistema en su conjunto se realizará en 2014.

Para más información, se puede consultar en la web del Instituto Fraunhofer:
http://www.fraunhofer.de/en/press/research-news/2013/april/regaining-proper-hearing-at-last.html

Fuente: Cordis

Compartir:

Deja un comentario