Ciencia y Cultura


Jesús Ayet
(España)

EPÍLOGO

Poder con las estrellas ir despacio
Otra vez entre nuestras soledades,
Rodear aureolas luminosas
Quizás por ser en ellas leve rayo,
Unirnos con el agua a su pureza
Emergida de donde todo nace

A la luz y a la vida, predispuestos
Solamente a romper las superficies
Infinitas, y allí seguir danzando

-Noche oscura prendida al universo-,
Observar espirales hacia el fondo
Sinuoso del mundo, y comprenderlo.

Así formar un nudo, con nosotros
Matemáticamente unidos, para
Amar sin gravedad, al movimiento
Matriz de las esferas y triángulos.
Olvidarnos por fin de la distancia,
Situarnos en ti, sobre la eclíptica

Trazada por tu mente sobre el plano
Redondo como el sol, inevitable
Aliento de las sístoles y diástoles
Silenciosas también, mientras nos abren

-Las manos nos sujetan y nos mueven-
Al deseo más fuerte que sentimos
Más allá de la sangre y su fluido,
Una vez que del cielo transparente
Encuentre el vendaval pronto descanso
-Regazo de los árboles y el agua-,
Termine de soplar y respiremos
Ese viento divino que ya vemos.

Histórico de poesías