Ciencia y Cultura


Daniel Samoilovich
(Argentina)

[Del viaje de Darwin]
EL PROBLEMA REAL, EL QUE PREOCUPA

El problema real, el que preocupa
a Horacio cuando niega las sirenas:
¿cómo podría la cintura humana
empalmar con la cola de un pescado?
¿En qué ángulo, a través de qué pasajes
encubriendo con qué malsanas artes
la solución de la continuidad?
Siglos más tarde Canova mostró
que podía hacerse lo más bien.
Sin embargo, ese supuesto imposible
teórico-técnico iba a ser tomado
como cierto durante un milenio;
del mismo modo, Oh, protagonista
de nuestra historia, tuvo varios siglos
(mas o menos entre los cinco mil
y los siete mil años de su edad)
como técnicamente improbable
y teóricamente sospechosa
la teoría, que a los cinco mil
cuatrocientos le fuera revelada,
acerca del modo en que la especie
(la humana, que era la que revestía
interés para él y los demás
primitivos, sin embargo admitamos
que también, por extensión, las otras)
se perpetuaba/n.
No sin un dejo de astucia primitiva
razonó Oh:
<<Hete aquí que siempre nuestra tribu
ha estado obsedida por dos misterios:
uno, qué es eso
que de pronto sonroja, de pronto no se puede
decir, de pronto
reúne en dúos a el y la, los aparta, los encierra
en dormitorios
y piezas de hotel y descampados
(aunque lo de los descampados
no es propiamente encierro, pero ustedes
me entienden)
y algo más tarde hace que uno tire
a la otra
desde un piso catorce o la otra
a uno
le eche ácido en la cara o ambos dos
(juntos)
metan un extremo de un tubo de goma
en el caño de escape
y el otro extremo en el auto, y etcétera,
y se alude a ello
rabelesianamente, entre gestes y métaphores y poderosa
comicidad:
verbalmente; y en mala prosa, con torpes dibujos
en los baños de los bares;
y pomposamente, hasta volverlo inextricable
y salutífero como lavarse el culo
con un cepillo de dientes, dentífrico incluido,
en un libro paramédico; digamos que este es un grupo
de misterios; y el otro, el de los misterios
esdrújulos por excelencia: de dónde venimos, por qué
existimos; y hete aquí
que según la versión que este primitivo
acaba de contarme
todos estos secretos confúndense en uno solo:
venimos de los tales
descampados y secreteos y risa y bombachas
y forro-culo-tetas-pija-te la meto-te la chupo
y dibujos
y asesinatos, despeñamientos y piezas de hotel. ¿No es esto
sospechoso? ¿No estaría, más bien, delatando
la primitiva naturaleza de la mente que, de pronto,
junta todo lo que ignora
y le da una explicación global, pongamos por caso,
el viento o Dios o algo
por el estilo?>>.

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