Gabriel Ciscar y Ciscar
(Oliva, Valencia; 1769 - Gibraltar; 1829)
|
EL TERMÓMETRO
|
28 Para determinar por experiencia Muchos de los efectos expresados, Han sido con buen éxito empleados Algunos instrumentos ingeniosos, Inventados por físicos famosos, Y meteorológicos llamados, Porque el nombre meteoro aplicamos A cuanto en nuestra atmósfera observamos. Un pequeño cilindro, ó una bolita De vidrio, en tubo angosto terminada, Llena de azogue, que el calor excita Y arroja por la vía prolongada, A la manera de hérmes bien cerrada, Constituye el termómetro ordinario; Aunque de graduarle el modo es vario. El punto cero suele colocarse, En donde queda el fluido parado, Al momento en que empieza a liquidarse El hielo, de que el todo está rodeado: Y en el agua que hierve, al fin, señala Ochenta grados de Reaumur la escala. El Centígrado muestra el grado ciento, Pues como cuatro a cinco es el aumento. El de Fahrenheit da ciento y ochenta, Más treinta y dos, que en vez de cero cuenta. Bajo de dicho punto, señalados Suelen llevar de quince a veinte grados. |
|
 |
Histórico de poesías |
|
|