La exposición "Animales y faraones" muestra la función y la importancia de la figura animal en la civilización faraónica.
Los antiguos egipcios se apropiaron de los animales para emplear de distintas formas sus imágenes simbólicas. De este modo, la figura animal se convirtió en el elemento múltiple de un lenguaje codificado, escrito o representado, y, en este sentido, se erigió como pilar del pensamiento religioso egipcio. También fue fuente infinita de inspiración y origen de una producción artística de una excepcional riqueza y variedad.
Esta exposición propone al visitante un enfoque pedagógico y a la vez estético, para deleitarse y, al mismo tiempo, ampliar conocimientos. El recorrido se estructura en nueve secciones temáticas con una evolución lógica: desde la simple percepción material de criaturas reales en su medio natural hasta la transposición de sus múltiples figuras al lenguaje codificado del pensamiento egipcio, ya sea en el ámbito religioso, funerario o político.
Se reconstruye la relación que se estableció entre los hombres y los animales, la naturaleza y la cultura en el antiguo Egipto, desde la admiración y el temor hasta las construcciones simbólicas más sofisticadas. Esculturas y estelas, vasos y jarras, acuarelas y pinturas murales, cofres y amuletos, sarcófagos y momias, hasta la glorificación del animal en estatuas y esfinges: más de cuatrocientas piezas que muestran la importancia de los animales en la cultura del Egipto antiguo, en la vida cotidiana, en la agricultura y en la guerra, en las creencias religiosas y en los rituales funerarios.
La exposición muestra 430 obras procedentes del Louvre de París, de las que 260 han sido restauradas expresamente para su exhibición entre las que destacan 14 momias, estelas, vasos, jarras, acuarelas, pinturas, murales, cofres, amuletos y sarcófagos que representan 60 especies de animales, de saltamontes a ibis, de cocodrilos a toros, aunque la pieza estrella es el grupo estatuario de la base del obelisco oriental del templo de Luxor.
Según la conservadora francesa, Hélène Guichard, comisaria de la exposición, se pretende detallar "lo más claramente posible" la relación que los egipcios antiguos tenían con el reino animal desde la observación en su entorno natural a la deificación.